AVERNO

ÚNICO

Zero abrió los ojos cuando las primeras gotas de la torrencial lluvia mojo su rostro, herido y con escasas fuerzas, se puso en pie y se adentró a la espeses del bosque, sosteniendo a su fiel Bloody Rose con su mano izquierda, mientras su diestra apretaba la herida en su hombro.

La oscuridad de la noche se tragó el cuerpo del joven, dejando tras de él, las ruinas del que días atrás había sido la Academia Cross.

Mientras el peli plata se adentraba cada vez más al corazón del bosque, las lágrimas nublaron su visión, apretó sus dientes tratando de contener sus sollozos.

Todo había sido una mentira.

Yuki...

El director...

Hasta el bastardo de Kuran...

Todo había sido un engaño, sus ideales, sus principios, las personas a las que apreciaba y quería, (Zero no pudo evitar traer a su mente, a su familia adoptiva) hasta el hombre que amaba.

Lo usaron.

Lo usaron y acabaron con lo único que si tenía una relación con él.

Su gemelo.

Ichiru.

Y toda esta guerra para defender y proteger a la princesa de los Kuran.

El enorme árbol que se hallaba en el corazón del bosque era iluminado por los pálidos rayos de luna.

Meses Después

Yagari caminó por las empedradas calles de Londres, llevaba meses buscando a su hijo adoptivo, no fue hasta dos semanas atrás que uno de sus cazadores dio por casualidad con el oji lila.

Yagari se acuclillo y levanto un pequeño ladrillo, la Academia había sido reducida a los escombros, era un milagro que no estuviera hecha cenizas, los peones de Kaname habían dado pelea.

Se puso de pie cuando la sombra de cierto rubio tapo la luz del sol.

Kaien Cross tenía la mirada perdida, sus pupilas dilatadas, el cazador expedía un olor acre, un olor a muerte.

- Lo perdí – dijo con voz apagada – lo he perdido – el azabache no quería darle nombre a la fría sensación que recorrió todo su cuerpo, al ver el arma de Zero guardada en la pistolera - ¿Qué he hecho? ¿Qué fue lo que hice?

- Amar a quien no merecía tu amor – el ex amante del director se zafó del suave agarre del rubio

Semanas después de aquella fría despedida, uno de los jóvenes aprendices de Toga, le informó que en las filas de Sir Integra Hellsing, se encontraba una joven promesa, sus habilidades para acabar con los vampiros artificiales eran tales que era el capitán de su propia flota.

Seras Victoria la mano derecha de un antiguo demonio al servicio de la casa Hellsing, fue quien había cometido la indiscreción de decirle en una de sus muchas charlas de almohada.

Yagari no tardo en juntar sus cosas y viajar al viejo continente.

Los pasos del cazador japonés se detuvieron cuando sintió el frio cañón apuntando a su cabeza.

- Identifíquese – dijo la voz tras él, fría y sin sentimiento

- Me llamo Toga Yagari, vengo de la asociación de cazadores de la sede de Japón, vengo a entrevistarme con Sir Integra – volteo con cautela, para encontrarse con nada a su espalda

- Mi ama lo espera – la voz de Walter se escuchó en la lejanía.

Las verjas de la imponente mansión se abrieron y el japonés se vio acompañado de un espectral perro infernal.