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Pasó una semana y media, los mayores nunca se despegaron de sus mejores amigos, los llevaban a comer, les compraban cosas, pasaban la tarde con ellos, jugaban.

Al parecer Soobin ya estaba un poco mejor.

No se puede decir lo mismo de Huening, quien decía estarlo, pero en la madrugada corría al baño a llorar. Beomgyu se daba cuenta de esto, pues todos los días estaba con él, pero lo dejaría, tenía que desahogarse... Todavía.

Algunas de esas veces Beomgyu se vió obligado a tocar la puerta del baño con delicadeza, buscando respuesta de su amigo pues éste tardaba mucho.

Esta era una de esas ocasiones, pero a diferencia de las otras, era de mañana, siendo exactos las 10 AM.

— ¿Huening? - Beomgyu tocó la puerta con su dedo tres veces

— Déjame - Suspiró el menor

— Eso haré, solo estaba preocupado

— ¿Qué puedo hacer aquí? ¿ahogarme en la taza del baño? - Rió en seco — Estoy bien

— Kai-ssi... - Dijo el mayor con los ojos cristalizados, agradecía que una puerta los separaba en éste momento

— ¿Sí?

— Te quiero - Dicho ésto, Huening abrió la puerta y lo abrazó

No dijeron nada, solo estaban abrazados, para ser sincero, Huening realmente lo necesitaba.

— ¿Quieres ir a ver los patos? - Sonrió el mayor mientras se separaba de su mejor amigo

— No creo estar tan bien para salir - El menor pasó su mano por su cabello y bufó

— Yo veo que sí, anda, date una ducha, necesitas salir de aquí - Se quejó Beomgyu con un puchero — Es más, ni las cortinas has abierto

Huening gruñó, a veces odiaba el comportamiento sobre protector de Beomgyu, pero tenía razón.

Accedió a salir, se dió una dicha larga y Beomgyu en ese tiempo, le escogió algo para que se ponga.

Se veía bien, o al menos eso pensaban ambos, Beomgyu no necesitaba arreglarse pues ya lo estaba, en cuanto despertó se cambió y arregló todo.

Se pusieron los abrigos, se despidieron de la mamá de Huening y salieron.

Beomgyu halaba el brazo de Huening constantemente.

— ¡Muévete! ¡Estás realmente tenso! ¡Camina! - Se quejaba el mayor

— No quiero caminar - Rió

— Entonces vuela, tonto - Dijo Beomgyu para soltar su brazo y sonreír ya que habían llegado a su destino

— Tal vez contacte a algún pato que trafique alas, para hacerme unas alas y poder volar - Ambos rieron

— ¡Reíste! ¡Al fin reíste! - El mayor se lanzó en el contrario sin previo aviso, haciendo que cayeran al suelo

Se estaban levantando y sacudiendo sus ropas, cuando Huening escuchó una risa, una risa que no podría confundir en ningún lado.

Choi Soobin. Pensó y volteó, efectivamente, su ex y el novio de su mejor amigo estaban en la banca de en frente (un poco lejos de ellos, estaban separados por el pequeño lago).

— Debemos irnos - Dijo Huening

— ¿Por qué? - Beomgyu hizo un puchero y miró a la dirección en que su contrario hacía — Ah.

— No estoy listo - Se colocó el gorro de su abrigo

— Vamos, NingNing, después de todo son amigos, si quieres no hables, diré que estás resfriado y malo de la garganta

— Odio que me convenzas - Se quejó el menor

Beomgyu sonrió, estaba haciendo un avance. Lo tomó del brazo y caminó dando saltitos hacia donde los otros dos estaban.

Se sorprendieron, Yeonjun saludó a su novio, no se dieron cariño, pues sería muy incomodo para los otros dos. Soobin también saludó a Beomgyu, y Huening a Yeonjun.

No querían dirigirse la palabra, sentían que llorarían o sus voces se quebrarían. Estaban nerviosos.

— ¿Q- Qué tal la haz pasado? - Dijo Huening con las mejillas coloradas

Se desconoce si por el frío, las ganas dd llorar o los nervios.

— Supongo que bien, mi papá no me ha dicho que me llevará a algún otro lado - El mayor se encogió de hombros

— Ya veo, me alegro por eso - Sonrió su contrario mientras veía el lago, tenía sus manos recargadas en sus piernas, se veía mayor

'Mierda, su perfil' Pensó Soobin cuando volteó a verlo. Su nariz refinada, sus mejillas coloradas y sus cabellos yendo suavemente de un lado a otro a causa del aire

— Es bueno, realmente - Suspiró con una sonrisa — No me ha dicho nada al respecto

— Supongo que eso es porque ya sabe ¿no? - Huening se volteó, se vieron fijo — ¿Ya le haz contado?

— ¿Qué cosa? - Tragó en seco, tenía nervios

— ¿Ya le haz contado que no estamos juntos? - Dijo el menor, ladeando la cabeza para después volver a su posición anterior, con la vista al lago

— No, pero supongo que él se ha dado cuenta

— En algún momento tenía que hacerlo - El menor rió leve, poniendo nervioso a Soobin

El ambiente se puso tenso, Soobin estaba sorprendido por la actitud del menor. Nunca lo vió actuar así.

Y menos con él.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de una notificación. El sonido provenía del celular de Huening.

— Beomgyu - Dijo el menor de los cuatro, para después levantarse del banco y mirar al llamado — Mamá me ha dicho que vayamos, vinimos sin comer y eso le preocupó, nos ha preparado algo

Beomgyu asintió, se despidieron y se fueron de ahí rumbo a la casa de la mamá de Huening.

Comieron y después se quedaron en la sala de estar, hablando de lo que había pasado y de cómo se sintió el menor dirigiéndole la palabra a su ex.

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Me dió inspiración, sorry si actualizo a estas horas, soy una /intensa/.

Actualizaciones seguidas para que me amen. uwu

Respecto a lo de la situación que están pasando Soobin y Huening, es algo horrible. No crean que me estoy burlando de situaciones así porque sé lo que es pasar por eso. No querer ni salir de casa.

Hasta luego (probablemente por la tarde, o mañana). uwu

𝐒𝐭𝐫𝐚𝐰𝐛𝐞𝐫𝐫𝐲 𝐁𝐨𝐦𝐛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora