4. Mi primer amigo

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Iba caminando por el bosque de cerezos, se podía ver al fondo un pequeño lago. Me pareció un buen lugar para dar un respiro, así que me acerqué y me acosté un rato en el césped.

Me quedé un buen rato sólo apreciando el silencio, hasta que se oyeron unos golpes cerca de donde estaba. Me paré rápido por si era alguien que me quería hacer daño. No tenía nada para defenderme, no tenía ningún ítem por ser nueva.

-¡Oye, no quiero problemas!- Se escuchaba por donde estaba.

Trataba de encontrar a la persona que había gritado.

-¡Dame todo lo que tengas!- Dijo otra voz.

Al parecer a alguien le estaban robando. Sentía que debía ayudar de alguna manera, pero no sabía cómo. Empecé a caminar por donde escuchaba las voces, hasta que me encontré con dos chicos, uno con más poder y experiencia que el otro, peleando.

El de más poder le estaba tratando de robar al otro chico. Algo que se me hizo ilógico. ¿Qué no se supone que él ya tiene más poder y por lo tanto no necesita de otros?

El otro chico se dio cuenta que estaba ahí, por suerte el ladrón no. Sentí su mirada, sentía que me pedía ayuda. Estaba muy nerviosa, no sabía qué hacer, o como reaccionar.

De repente, el ladrón sacó lo que parecía un cuchillo, estaba a punto de rebanarle la garganta al otro chico. Reaccioné y le aventé una piedra al ladrón por instinto. Él volteó con una cara de enojo y empezó a caminar hacia mí.

Yo me trataba de mover, pero mis piernas se habían congelado del miedo.

-¿Acaso quieres morir?- Me dijo el ladrón mientras me amenazaba con el cuchillo.

¿Pero es un juego no? Si mueres reapareces me imagino. ¿O acaso hay un límite de vidas o de casualidad tenía alguna clase de advertencia el juego que no vi? Porque ellos se tomaban muy en serio su vida, como si realmente fueran a morir.

Decidí hacer lo mismo y traté de salvarme caminando lentamente hacia otra parte. Pero el ladrón me seguía hacia donde sea que fuera. El miedo me invadió y empecé a correr, pero el ladrón me tomó por la espalda tratando de apuñalarme, por suerte no lo logró, pero mi brazo salió herido. El dolor se sentía muy real, tanto que mi brazo empezó a sangrar dentro del juego.
Creo que se tomaron muy en serio eso de "una segunda vida".

Comencé a gritar tratando de salir de los brazos del ladrón. Sentí que alguien empujó al ladrón, haciendo que me soltara. Era el otro chico.

Empezó a golpear al ladrón con una gran rama. Parecía que también era nuevo aquí, talvez no tanto como yo, pero se notaba que no llevaba mucho tiempo aquí.

Después de un rato, el ladrón huyó. Y el otro chico se acercó a mí. Se veía muy adolorido por los gestos que hacía. Me sentí mal por lo que le pasó, sentía que había sido mi culpa que haya salido herido.

-¿Estás bien?- Me preguntó mientras me veía preocupado.

La pregunta más misteriosa y conspirativa que alguien puede hacer. Pero mi respuesta fue un simple "sí", como lo que hace la mayoría de la gente.

-Parece que estás herida.- Me dijo mientras tomaba mi brazo. -Por suerte tengo unas vendas que tomé la otra vez.- Siguió diciéndome mientras envolvía mi brazo con esas vendas.

Yo solo veía cómo tomaba mi brazo, al igual que volteaba a ver su rostro. Parecía feliz a pesar de estar herido, me preguntaba por qué lo estaría en esa condición.

-¿No te duele?- Le pregunté con algo de pena.

Me volteó a ver con una sonrisa mientras seguía vendando mi mano.

Online (Tu chic@ anime y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora