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Al cabo de unos días el profesor que le enseñaba a Jimin combate felicitó al menor, pues había mejorado de una manera muy rápida, y que también entendía a la perfección.

Jungkook se sintió muy aliviado al escuchar tales noticias, pues sabía que Jimin aprendería rápido, no obstante, el elemento de tierra aún no se presentaba y por más que tratarán de hayarlo o despertarlo, nada parecía funcionar.

—Majestad, he aprendido bastante — Comentó Jimin mientras cenaban.

—No me llames majestad — Sonrió el castaño —Eres mayor que yo, ya sabes que prefiero que me llames Jungkook — Se metió un trozo de carme a la boca.

—Lo siento, es que a veces lo olvido — Las mejillas del omega rubio se tiñeron de rojo.

—Bueno, en cuanto a combate has avanzado demasiado, me alegra ver que estas progresando — Sonrió el príncipe —En cuanto a tu don... — Trató de mostrarse preocupado —Tenemos que seguir practicando.

—¿Estás seguro de que podré lograr dominar algún elemento? — Jungkook no quería lastimar al menor, él mejor que nadie sabía que tendrían que esforzarse para que el omega lo lograra, aún así, debía ser honesto con el pequeño.

—Será lento, pero sí — Jimin sonrió ampliamente, era la primera vez desde la muerte de su padre que tenía esperanza.

Una vez que la cena acabó y ambos omegas se retiraron a sus aposentos, Jimin se colocaba su ropa para dormir, aun le dolían algunas partes del cuerpo por el abuso excesivo que Taemin ejerció sobre él meses atrás. A veces pensaba en él, si algún día se arrepentiría por el maltrato, no creía que eso pudiera llegar a suceder, nunca lo trató como alguien que mereciera respeto, siempre fue inferior a él.

Cuando estaba listo para ir a la cama, fue hasta la ventana de su habitación, mirando las estrellas y deseando con todo su corazón que todo se mantuviera bien y agradeció porque su vida mejorara.

—Buenas noches, papá — Con una sonrisa cerró las cortinas y fue hasta la suave colcha, apagó la vela y se cobijó lo mejor que pudo.

—El heredero por su trono vendrá, las tierras oscuras reclamará y con la guerra acabará. ¡Alabad al heredero! Pues es él quien nos salvará — Una voz femenina le hablaba entre sueños, Jimin se removió entre las sábanas, notablemente incómodo —El pueblo del traidor espera, en la oscuridad acecha y esperando para matar. Deja que el viento sople, deja que sea el guía, pues tal vez él lo lleve a dónde necesita — Park comenzó a sentir su respiración pesada —Oh descendiente de sangre pura.

Y con eso pudo despertar, estaba sobresaltado y respiraba de manera rápida, trató de calmarse, pero un fuerte miedo le invadió, por un momento se sintió observado desde la oscuridad y solo un nombre se le fue a la mente: Taemin.

—¡Jungkook! — Gritó, se llevó ambas manos a la cabeza, pues los gritos e insultos del beta comenzaron a resonar en sus oídos, martillaban en su memoria cuál verdugo, esa voz que le atormentó por tanto tiempo parecía volver, se comenzó a sentir pequeño en esa inmensa habitación, sentía que las Sombras del pasado le devoraban.

—Jimin, hey Jimin — Las suaves manos del castaño tomaron las mejillas del rubio, haciéndolo abrir los ojos —Minnie estoy aquí — Poco a poco empezó a abrir sus ojos, vio una pequeña luz frente a él, por un momento le dio el crédito a la vela que estaba encendida, pero después vio los ojos del príncipe, sus orbes eran más brillantes que la Luna y pudieron calmar todo el miedo que sentía.

—Kookie — Apenas y pudo responder —Me hablaban, lo hacían — Sollozó.

—¿Quienes, Jimin? — Limpió sus lágrimas con su pulgar.

—Era una mujer, decía algo de un heredero y de sangre pura — Sorbió por la nariz —Sentía que me observaban, pensé que era él — Su nariz comenzó a ponerse roja debido al llanto.

El menor de los Kim sintió un frío recorrerle, ¿acaso Jimin sabía acerca de la leyenda? No estaba seguro de que en el Reino de las Sombras supieran algo de ello, en todo caso ¿por qué soñaría algo como eso? Aún así, eso pasaba a último plano, su prioridad en ese momento era calmar a Jimin.

—Sabes que no voy a dejar que nada te pase — Sonrió con dulzura —Ahora estás en mis territorios y no voy a dejar que alguien te haga daño.

Park sonrió, por alguna razón que desconocía, el aroma de Jungkook comenzó a hacerse más dulce, el olor a vainilla se esparció por toda la habitación, su esencia pudo apaciguar un poco el miedo de Jimin.

—Gracias Kookie — Le regaló una sonrisa haciendo que sus ojos se volvieras dos tiernas medias lunas.

—De nada Jimin hyung — Le dio un tierno beso en la mejilla, cuando se aseguró de que su amigo estuviera más tranquilo, se dispuso a ir a descansar el también.

—Jungkookie — El castaño se detuvo —¿Podrías dormir conmigo? — Inmediatamente el corazón del más pequeño latió con fuerza, desbocado, a punto de salirse de su pecho. Asintió con la cabeza, sus mejillas se tiñeron de un carmín intenso, y sin levantar su mirada fue hasta el lado del omega. Park se recorrió de lugar para darle espacio al príncipe, cuando el último Kim estuvo bajo las sábanas, pudo sentirse protegido —Buenas noches, Kookie.

—Buenas noches Jimin — Y aunque Park cayó en un sueño profundo, Kim se mantuvo un buen rato despierto, su corazoncito no dejaba de latir con fuerza pues estaba a lado de un omega rubio, de hermosa sonrisa y de una pureza increíble.

Pensándolo más a fondo, si lo analizaba con calma, estaba cayendo enamorado de Jimin, su inocencia se ganó su corazón al momento de llamarlo "majestad", Jungkook nunca tendría ese título a menos que sus hermanos (alfas) murieran, y ni siquiera él sería rey propiamente dicho, sino que tendría que casarse para ascender al trono, pero Jimin llegó a su palacio, golpeado y moribundo y aún así lo llamó de esa manera. Él tenía una voluntad muy grande, pues si bien no tenía posibilidades de sobrevivir, demostró tener la fuerza para salir adelante y no dejarse vender.

Si, se estaba enamorando de Jimin y no podía sentirse tan más dulce, una sensación tan linda instaurada en su pecho, pero había un pequeño problema: Ambos eran omegas, y una relación entre ambos omegas no era bien vista, en cambio una delta era espectacularmente celebrada, pues el linaje de los sangre pura continuaba. Odiaba la jerarquía, odiaba las estúpidas reglas que le decían de quien enamorarse y de quien no, odiaba no poder escoger a quien él quisiera.

Pero, pasaba por alto algo, lo que sentía Jimin. No sabía si el rubio se sentía de la misma manera que él, no sabía si podía llegar a tener una oportunidad, de ser así, no iba a dudar en tomar su mano y presentarlo como su pareja, nunca le importó la opinión de los demás, así que no le importaba arriesgarse si la razón era Jimin.

No sé porqué, pero me gustaría una relación entre omegas, ¿qué opinan?Mare ❤️

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No sé porqué, pero me gustaría una relación entre omegas, ¿qué opinan?
Mare ❤️

El Reino de las Sombras ♥YOONMIN♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora