[ 𝐬𝐮𝐧, 太陽 ]

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—Eres un idiota, Kim Mingyu.

Minghao le dio un golpe en el brazo después de levantarse de su lado y dirigirse a tomar agua del bebedero.

Al parecer el chiste que Mingyu le había contado no había sido del agrado del menor y por eso ahora el más alto se sobaba el área donde su mejor amigo lo había golpeado mientras lo veía con gesto de cachorrito lastimado.

—No tienes que ser tan violento, Hao.

El mencionado le levantó el dedo del medio mientras le lanzaba una mirada sobre el chorro de agua que bebía.

Habían salido a jugar fútbol un rato ya que se habían aburrido de estar jugando videojuegos en casa de Mingyu, pero ahora estaban descansando después de un largo rato bajo el sol, bañados en sudor, bajo la sombra de un árbol del parque.

Limpiándose las gotas que se deslizaron a su barbilla, Minghao volvió con su amigo.

—Pensé que con tanto músculo que presumes no te dolería, ya veo que estás ponchado nada más. De seguro soy más fuerte que tú.

El chino se burló y esta vez Mingyu le hizo una llave, atrapando a su amigo entre sus brazos y le frotó la cabeza como un bully. Soltó a Minghao una vez que este le enterró su huesudo codo en la costilla.

—No estoy ponchado, estos músculos son de verdad, sólo estás celoso. —Se arremangó la camisa hasta los hombros y mostró su bíceps bien formados.

Minghao sonrió tímidamente y después lo cambió a su sonrisa burlona.

—¿Celoso? Ni aún con esos músculos consigues novia.

No era que no pudiera hacerlo o que las pretendientes escasearan, todo lo contrario para el capitán del equipo de fútbol de la preparatoria, pero Mingyu esperaba a su alma gemela. Era algo cursi que no le comentaría a su mejor amigo, porque se burlaría de él. Lo que no sabía es que Minghao estaba igual. Esperaba despertar un día y encontrar una marca en su cuerpo que le diera la pista necesaria.

Pero eso no empezaría hasta que ambos tuvieran la mayoría de edad, cuando aquello se podría manifestar.

Pero eso no empezaría hasta que ambos tuvieran la mayoría de edad, cuando aquello se podría manifestar

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—Eres un completo idiota, Kim Mingyu.

—¿Cómo me llamaste?

La primera vez que se había manifestado en Mingyu fue después de una discusión con Minghao. Era normal entre amigos tener peleas, pero nunca antes había sido tan fuerte como aquella que tuvieron después de navidad, cuando ambos presentarían el examen para su respectiva facultad de elección y Mingyu se había emborrachado en una fiesta de post-graduación que habían tenido los de su clase, razón por la cual perdió su virginidad con una chica que ni siquiera conocía del todo bien.

Minghao se había enfurecido por obvias razones; primeramente porque su amigo no se había cuidado y segundo, se había enojado más que nada consigo mismo, por no haber estado a su lado en aquella fragorosa fiesta y evitado aquel desastre.

When The Sun Rises (GyuHao)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora