Una vida, nada más

Dia 8 De Mayo De 2020

Eran las 7:30 y acababa de sonar la alarma, Roberto se levantó de golpe y apagó la alarma con la mano izquierda, todo estaba a oscuras, no se veía nada, en cuanto encendió la luz se reconoció una amplia habitación con una ventana, 5 posters, dos armarios, una litera, y una simple mesa de estudio, esa era su habitacion.
"Una habitación sencilla pensaba él"
Bajó a desayunar como cada mañana.
Mientras que en cocina calentaba la leche para hacerse un "nesquik", él en otra esquina de la casa preparaba la mochila para ir al Instituto, se tomó su taza de "nesquik" en el sofá. Mientras que en el canal 24h emitían las noticias, como era habitual.
Roberto miro hacia arriba, hacia la televisión, era la época electoral y como no, estaban analizando los discursos del día anterior.
"Que coñazo" pensaba él cada vez que oía algo de política, y es que no estaba muy acostumbrado a escuchar como dos "politicos" discutían de como debería ser la pensión de los mayores de 65.
Cuando se quiso dar cuenta ya eran las 8:16 y se fue directo a el Instituto, cojió su paraguas y se fué.
Eran las 8:29 cuando Roberto llegó al instituto y según entro por la puerta, recibió un fuerte empujón, era Connor, el chico que abusaba de el, y como no, sus razones para estar allí eran obvias, le volvería a pegar e insultar, como de costumbre, solo para divertirse, pero esta vez no, esta vez fue diferente. Cuando Connor le estaba a punto de dar un puñetazo a Roberto, entró Leyre, una chica no muy alta, de 1,60 y con un largo pelo de color castaño, lo llevaba desaliñado a la vez que alborotado, los ojos de la chica eran de un verde intenso, que cada vez que miraban a Roberto, le ponia la piel igual que la de un tomate, (¿él sentia algo por ella?) no sabía si algo normal o no, el nunca a tenido amigos y mucho menos amigas.