Dia 9 De Mayo De 2020

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Otro día explendido, que esperar de lo que es el comienzo uno de los veranos mas calurosos de los ultimos 10 años.
Sábado, un día genial para ir al parque a pasear, pensó Roberto en cuanto se levanto y vio el dislumbrante sol que le cegaba tras correr las cortinas.
Roberto como todos los días se vistió, desayunó (su vasito de nesquik con galletas) y sacó al perro, esta mañana decidió Roberto ir al parque, y dar un agradable paseo con Flufy, su perro, era totalmente un día explendido, los pájaros cantaban, mientras que él reflexionaba sobre lo ocurrido hace tan solo un día. "me defendió aun asi sin conocerme"
- ¡Hola Roberto!- dijo una familiar voz detrás suya- ¿que tal estas?
Sin duda alguna era ella, era Leyre la chica que le salvó el otro día de una paliza.
- ¡Ah, hola Leyre! ¡Que sorpresa encontrarte aquí! -dijo sin pensar, notaba como le latía el corazón- muchas gracias Leyre por lo de ayer, me salvaste de una buena
¡Bum! ¡Bum! ; ¡Bum! ¡Bum!
Si, estaba nervioso, está delante de la unica chica que seguramente se habria acercado a él por gusto.
Leyre le mantuvo la mirada, Roberto no supo qué hacer y cómo un tonto, se despidió de ella, y acto seguido se fue a sentarse a un banco cercano, Leyre le siguió y se sentó junto a él, estaban en silencio, solo se escuchaba a los pájaros cantar, a los niños jugar y a su corazón latiendo cada vez más fuerte.
Leyre al minuto de sentarse, se atrevió decirle unas palabras, unas palabras que no esperaba, pero que si le gustaban:
¿Quieres ser mi amigo? Sabes es que por aquí son todos unos tercos y la verdad es que al menos tú no eres así.
Roberto no artículo palabra, se limitó a asentir, Leyre se emocionó mucho, pues ella tampoco había tenido muchos amigos, al rato, el perro de Roberto ya estaba tirando de la correa, para irse, y antes de marcharse a su casa, Roberto se despidió de Leyre:
-Gracias Leyre por lo del viernes, hasta el Lunes- Roberto se fue caminando hasta su casa, con un aire de indecisión pensando si la chica quería ser solo su amigo.

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