(sábado)
Roberto se levanto un poco más tarde de lo normal, se levanto a las 13:24 una hora inusual para él, ya que él suele acostarse prontro, según se levantó y se vistió con su par de vaqueros favoritos se fue a por la nevera, sacó unos cereales de leche y se los desayunó, como no tenia mucho que hacer, si no que hacerse la mochila para el Lunes, cojió escaleras arriba y se puso a recojer la habiación, tan desordenada como siempre, unos libros por alli y otros por allá, algo debajo de un montón de ropa brillaba, no podía ser, él no solia comprarse cosas brillantes, se levantó de la silla donde se había parado a descansar y recogió el brillante, era una pluma, una pluma no muy grande diría que es mas pequeña que grande, de un color grisaceo, salpicado de un color más oscuro, a Roberto no le inspiraba confianza pero aun asi la cabeza le pedia agarrarla, se agachó e intento coger la pequeña pluma, estaba tan solo rozandola cuando de repente sintio un gran subidón, una tormenta de ideas aparecian ante su cabeza, y derrepente...¡¡PUM!!
Se abrió repentinamente la puerta de su habitación, no podía ser otra persona, su hermano Andrés que tan solo asomó la mano y preguntó:
-¿Se puede?
-Si, si Andres pasa...
- Oye ¿te molesto? Vaya maneras son esas de recibir a alguien que viene de un viaje de 2 semanas... - había estado en el extranjero por un intercambio del instituto.
-Si, tienes razón, se me habia olvidado tu existencia -dijo con un tono poco amistoso a la vez que juerguista.
Seria mentira deciros que ellos dos se llevan mal, son como uña y carne, difícil era verle a uno sin la compañia del otro.
-Mañana no irás a la piscina ¿no? -La verdad es que Roberto lo dijo de una manera a la cual sería muy dificil decir que si.
-Iré ¿tu irás verdad?- lo dijo de un tono retante, cierto es, que tenia ganas de ir.
-No, nos han invitado a una fiesta, a la cual tu estás invitado, ven si quieres, me dijeron que te avisará cuando llegarás
-Iré ¿quién más va?
-Irán los de mi año, pero seguro que los tuyos también- dijo intentando apelar a que fuera a la fiesta.
-Iré pero debes de saber que yo no beberé, y no pienso aguantar a ningún borracho ¿vale? no soy la mamá de nadie.
- Okey, aunque ya sabes que yo no bebo, ¿como voy a emborracharme?
-Bueno ya me entiendes, - su hermano siempre ponía la misma excusa, no no, si no bebo, y luego se ponía como las grescas - me voy a recojer mi habitación, se me olvidó recogerla antes de irme...
-vale hasta luego.
Y tras despedirse de su hermano Roberto intentó recordar que estaba haciendo pero dejó de pensar en lo que estuvo haciendo y se puso a hacer los deberes que no termino el día anterior.
Cenó
Y se acostó.
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Una vida, nada más
Teen FictionEsta historia trata de la pequeña trama que le sucede a un no muy adolescente de 21 años, el cual está pasando por un mal trago que tendrá que superar con la ayuda de sus amig@s, este chico es de un pueblo de la Sierra Norte de Madrid, y asiste a un...