singularity • kookmin [omegaverse]

ch. 08

Era el segundo día del celo de Jimin, y el final para el celo de Jungkook; ambos habían pasado todo el día sin salir de la cama que se olvidaron algo muy importante... Y que era lo más esencial en la vida del castaño: Comer.

Jungkook fue el primero en despertarse ya que su estómago empezó a sonar fuertemente, y notando enseguida que estaba siendo estrujado. Era el omega que lo tenía abrazado como si fuera un peluche gigante, con su cara en su pecho, haciendo que su mejilla se abultara, con su cabellera revuelta y su boca entreabierta pero con una mirada tranquila, estaba durmiendo plácidamente.

El alfa no pudo evitar mirarlo con ternura y cariño mientras acomodaba su cabello rubio, era tan perfecto para sus ojos que no podía evitar sentirse fascinado de su omega, y mucho más al ver la marca temporal.

Su omega.

Jungkook resopló sin creerlo todavía, ya que con solo pensar en esas dos palabras, su pecho se inflaba de orgullo al tener a su lado a alguien como Jimin. A partir de ese momento, haría lo posible para hacer feliz al rubio y esforzarse en su nueva relación -si es que podía empezar a llamar a lo que tenían una "relación", no estaba seguro-, para que Jimin lo vea como un alfa digno de su cariño y no como un simple compañero para pasar cada celo.

Sus pensamientos se detuvieron ya que su estómago volvió a rugir, y las ganas de ir al baño aparecieron también, por lo que no tuvo otra opción más que soltar a Jimin. Quitó su pierna y brazo que lo tenían apresado con sumo cuidado, luego tomó su propia almohada y colocó la cabeza de Jimin ahí, cosa que lo hizo removerse y arrugar su cara, pero sin despertar.

Aprovechó la oportunidad para ir al baño y asearse primero, ya que estaba hecho un desastre y posiblemente no tendría tiempo para hacerlo luego, apenas era el segundo día y por lo visto, Jimin no tenía pensado despegarse de él.

Después de bañarse y cambiarse con la ropa más grande que consiguió del armario de Jimin, bajó hacia la cocina y preparó lo único que sabía hacer: Ramen, sándwiches con jamón y tomó un jugo en lata que había en el refrigerador. No era la mejor combinación, pero en verdad tenía hambre.

Tomó su comida y se sentó en el sofá de la sala para ver televisión con volumen bajo. Al terminar, lavó todo y luego se puso a preparar otra tanda sándwiches y ramen para Jimin por si se despertaba hambriento.

Mientras tanto, Jimin se estaba levantado al no sentir la calidez que lo había hecho dormir como un bebé. Notó que Jungkook no estaba, y su nido ya no existía tampoco. No se molestó en acomodar la cama sino su nido, tomando ropa sucia de él y de Jungkook que había tirado en el cesto de ropa.

Al arreglarlo y quedar satisfecho con su trabajo, sintió picazón en la marca y se la tocó. No sentía dolor y su coloración es rosada, pero como la marca es superficial, la picazón era normal. Si bien no estaban completamente unidos, podía sentir una ligera conexión con el alfa, así como su aroma a canela estaba mezclado con la de él, y si se concentraba lo suficiente, podía sentir como Jungkook estaba relajado y de buen humor, haciendo que sonriera por inercia, llenándose del mismo buen ánimo.

Bajó a buscarlo y se encontró con el alfa murmurando una canción que no reconocía, mientras terminaba de preparar el desayuno con un pijama con el dibujito de un perro amarillo de orejas negras*, era un regalo de Namjoon que no usaba seguido por quedarle muy grande. Pero que a Jungkook le quedaba un poco apretado haciendo que su cuerpo se viera perfectamente moldeado. Se quedó en las escaleras, relamiendo sus labios al observar su amplio pecho y pequeña cintura, más sus muslos gruesos y piernas largas que lo hacían ver masculino, pero también muy adorable gracias a la pijama.

Jungkook reconoció el olor del omega cerca suyo y sabía que lo estaba observando pero lo dejó ser. En vez, buscó un plato y otro jugo de lata para arreglar su segundo mayor logro en la mesa -para él era así dado sus conocimientos básicos-.