I

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Harto, harto era la palabra, no podia soportar a nadie, la sensación de querer llorar a cada paso que daba, la culpa de sobreviviente, no había palabra que lo describiera más "asqueroso" así se sentía.

Las personas lo miraban mal por los pasillos, escuchaba risas y podia asegurar que todas eran por el.

Como todos los días, todos los días que había sido obligado por su tía a levantarse, a salir del ático e irse al colegio, en el momento en el que abrió su casillero un girasol cayó de este. Se sorprendió, ya que la flor se veia extrañamente fresca y sin un rastro de querer marchitar, el hilo que la unia a un papel estaba flojo carente de una intención mala contra la integridad del hermoso girasol.

"No lo hagas, extraño tu sonrisa Min, te extraño a ti, ya ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que escuché tu voz mientras reias.

No desprecies la flor, ni seas hostíl, veo tus cicatrices a través de la camisa y te escucho llorar en los cubículos, basta, me lastíma verte así".

No reaccionó de una forma en especial, solo le tenia desprecio a los humanos... no a las flores, ellas de nada tenian la culpa y lo mejor que pudo hacer fue desatar ese papel del tallo y ponerlo en uno de los cierres de su mochila.

•🌻•🌻•🌻•

Ignoró las clases tanto como a los maestros y sus sermones sobre la atención prestada en clase, se largó a los baños, quizás ese era el único lugar en el que estaba en paz, las lágrimas comenzaron a caer sin algo que las detuviera, sus sollozos llenaron todo el baño y no le importaba en absoluto si alguien entraba, lo cual sucedió. No se escuchó nada más que la puerta de entrada, pareciera que la persona se quedó parada ahí mismo, un girasol entró a su cubículo y la puerta se cerró con fuerza.

- ¿quien diablos eres? - dijo Yoongi con una voz llorosa pero agradecida ya que esa flor lo habia distraido de su llanto.

Se repitió la escena que habia acontecido ya horas antes, el mismo tipo de hilo unia a la flor con el papel, parecia tener escrito algo, de nuevo, este lo abrió.

"Te dije que podia verte, incluso escucharte, puedo ver tu cara y no quiero que lo hagas, puede que la situación sea mala pero no puedes dejarte llevar por el dolor.

Yoongi, han pasado tres años y en estos tres años tu sonrisa es lo único que anhelo.

Te dejé un regalo, en tu casa, espero que tu tia te lo dé.

Siempre te voy a estar esperando hasta que decidas sonreir"

En ese preciso momento calló por la frustración, "¿por qué?" era la pregunta, ¿Por qué alguien queria jugar de esa forma con sus sentimientos? ¿A caso era otra estúpida broma para hacerlo sentir mal? No se encariñaria con un extraño, repitio el proceso, en el mismo cierre en el que había atado la nota anterior.

Salió del cubículo con su mochila en el hombro, limpió su nariz y ojos, se mojó un poco la cara y se vió al espejo, tan inexpresivo como siempre, no había sentido en su existencia.

...

- hola tia, llegué, iré a cambiarme.

-un chico te trajo algo, me dijo que no lo abriera, está sobre la mesa.

Una caja llena de colores vivos y papiroflexia en el exterior.

- ¿tienes idea de quien era?

- no, pero venia de uniforme, el mismo de tu colegio.

- bien, gracias.

Subió apresurado a su cuarto y con cuarto se refiere al ático ya que su tia era la única familiar que le quedaba y esta estaba obligada a mantenerlo hasta que cumpliera dieciocho años y aún faltaban 2 años para eso, sin embargo, el ambiente era pesado para él, abrió la caja y se encontró con sus bocadillos favoritos a los trece años, los dejó de comer porque le traían malos recuerdos una nota estaba en el fondo y solo decía.

𝙒𝙝𝙚𝙣 𝙔𝙤𝙪 𝘿𝙚𝙘𝙞𝙙𝙚 𝙏𝙤 𝙎𝙢𝙞𝙡𝙚 // Hopega #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora