III

623 83 1
                                    

Yoongi no salió toda la tarde de su habitación, cerró su única cortina y aguantando el hambre decidió leer todas las cartas que tenia hasta el momento, a pesar de leer todas esas palabras lo único que expresaba su cara era una mueca que imitaba (de una muy mala manera) una sonrisa.

El hambre lo estaba matando pero su orgullo era muchísimo más grande que eso.

~ se lo merecía, no tienes una idea de cuanto.

~ está bien que planees tus venganzas y todo pero su labio estaba roto y había sangre seca en su cabeza.

~ así aprenderá con quien no debe de meterse.

~ supongo que tu no lo golpeaste ¿quien lo hizo?

~ mi novio.

~ creí que habías terminado con el.

~ ese fue el otro, pero eso no importa, no quiero que Yoongi se acerque con su depresivo trasero a mi, una amiga me contó que en el pasillo la volteó a ver y le hizo una mueca rara.

~ no lo puedes culpar... así es su cara ~ y como todas las veces que su "familia" hablaba de el siempre terminaban riendo.

Min decidió abrazar una de sus almohadas y se dedicó a ver el girasol de papel en su pared. Ahogó un sollozo y deseaba que las mismas manos que le dejaban tres girasoles a diario lo rodearan en ese preciso instante en un fuerte abrazo.

~ sabes, creo que ni siquiera es hetero.

~ ¿por qué lo dices má?

~ bueno, vino de nuevo ese ridículo chico pelirrojo y le dejó otra carta... como tengo entendido hace todos los días, decidí leerla y solo hablaba sobre que estuvo todo el horario junto a Yoongi, cuidandolo.

~ ¿tienes esa carta?

~ no, dejé que se la llevara a su cuarto, pero tengo entendido que cuelga todas sus cartas como llaveros y tiene los girasoles en su cuarto.

~ muy bien... demasiado bien.

Yoongi quería bajar y echarle todo en cara a su tia, ambas daban la imagen de querer hundirlo en lo más profundo del mar, sin ningún espectro de piedad, se había encerrado de nuevo en el baño por todo el miedo e inseguridad que su casa le causaba.

...

De una forma rutinaria, ya los cortes parecían no doler en absoluto, las cicatrices habían remplazado la piel lisa y blanca que caracterizaba sus brazos, las sangre se hacía coágulos en el piso y el agua hacía un intento de eliminar los rastros de sangre sin conseguirlos ya que las heridas estaban recientes.

Desde que leyó la carta en la que aquel chico le decía que no pensara en el suicidio como una opción deseó ver su rostro para decirle "gracias" en todos los idiomas existentes y por existir.

La única esperanza que le quedaba en el corazón tenia una mochila negra con parches coloridos y el cabello rojo.

...

No era secreto que Yoongi sufría ansiedad, a la media noche, con sus uñas acabadas, bajó mareado por algo de comer, se sostenía fuertemente de las paredes ya que los golpes, la perdida de sangre y no haber comido lo tenían casi desmayado.

Caminó lo más discreto posible, tratando de no despertar a su tía para evitar sermones y palabras hipócritas de su parte. Era casi la 1 am y lo único que su estomago pudo probar fue esa deliciosa lasaña, un alboroto afuera de su casa llamó su atención aunque con miedo de que pudiera ser alguien peligroso.

𝙒𝙝𝙚𝙣 𝙔𝙤𝙪 𝘿𝙚𝙘𝙞𝙙𝙚 𝙏𝙤 𝙎𝙢𝙞𝙡𝙚 // Hopega #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora