VIII

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La luz lo cegaba, el olor a cloro lo hacia sentir mal por completo, el color blanco al rededor lo hacía marearse pero el medidor cardíaco lo alejó de la idea de estar muerto, se encontraba en un hospital y lo último que recuerda es haber sido cargado. Su ropa estaba empapada en sangre y el también, pero ahora se encontraba limpio y en una típica bata de hospital. Giró su vista hacia su izquierda y vio su ropa lavada, planchada y doblada con un girasol encima, todo su rencor volvió a el, todos los malos sabores de boca que le habían traído esas cartas, pero aún así la leyó porque las manos que escribían esas cartas eran las cuales lo habían abrazado antes de desmayarse.

"Caí en una estúpida trampa Yoongi, soy tan tonto, por mi culpa lo intentaste dos veces y en la segunda casi lo logras, quizás no fue buena idea dejar esa carta tan de mañana, cuando vi tu casillero roto y a ti tan sonriente debí sospechar algo, Min-Min yo jamás diría cosas tan hirientes porque me gustas y esas realmente fueron mis palabras, por eso todos te trataban así, te vieron tirar el girasol y creyeron que estabas rechazando mis palabras, tuve que explicarlo varias veces a Jungkook porque quería golpearte por completo, no quiero enterarme quien te hizo esto... quedará de la misma forma que el chico que se atrevió a tocarte, logré salvarte por poco, de no haber tenido amigas meseras en el mismo café en el que te citaron y que me contara eso como una anécdota loca de un chico esperando tres horas para después llorar y huir del local dejando aproximadamente 100 dolares para pagar solo 18 dolares en bebidas.

Lo que realmente quiero decir y para lo que escribí esta carta es para decirte cuanto te amo, Yoongi, no tienes idea de cuantas noches te e pensado e imaginado, parece que después del accidente olvidaste todo lo de tu vida, Taehyung y Jimin eran tus mejores amigos y los míos también, solo que yo era invisible para ti, decías que debía tener más confianza en mi para que llegara a ser como tu, ahora los papeles se invirtien.

Ya no tengo miedo de que conozcas mi rostro pero... no es el momento ni el lugar, mejórate y prometo que nos veremos

Pd: mira debajo de tu camilla"

Yoongi sentía lágrimas en sus ojos y a la vez maldiciones en su boca, ¿como se le ocurría a Hoseok meter algo debajo de su cama y pedirle que lo tomara estando tan débil? Aún así lo logró, ver ese caballo de peluche con su collar en el cuello le confirmó que todas esas lindas palabras eran reales, el sabía que si la carta que venía con los sentimientos de Jung hubiera llegado a sus manos reaccionaría de la misma forma que lo hizo con la carta trampa.

Se sentía cansado así que se puso el collar y abrazó con mucho amor el caballo de peluche llegando a oler un perfume muy agradable que inmediatamente le causó una tranquilidad gigante.

...

Una fuerte carcajada lo despertó pero no se movió mucho ya que sus heridas dolían, abrió los ojos y vio a Taehyung tomándole fotos mientras reía, a Jungkook sonriendo desde la puerta mientras veía enternecido a el rubio teñido y a Jimin hablando muy felizmente con alguien que no logró reconocer.

- ya despertó- dijo Tae con un tono entre asustado y divertido.

La cuarta persona que se encontraba en el cuarto se levantó de su asiento y fue cuando lo vio todo, ese cabello rojizo y ondulado caía hasta sus cejas con un beannie gris en el mismo, sus orejas sobresalían por el gorro y esto lo hacia ver gracioso y a la vez muy bien, su mirada color avellana que lo veía con preocupación, sus ojos estaban rojos y parecía que no había dormido en absoluto, por último una cubre bocas del mismo color que su gorro le tapaba el resto de la cara.

- ¿te sientes bien?

- ¿Hoseok?

- ¿quien te dijo mi nombre? - dijo con un tono de voz irritado e inmediatamente miró a Jungkook, este le sonrió.

𝙒𝙝𝙚𝙣 𝙔𝙤𝙪 𝘿𝙚𝙘𝙞𝙙𝙚 𝙏𝙤 𝙎𝙢𝙞𝙡𝙚 // Hopega #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora