Era una hermosa noche, la temperatura era muy agradable y decidí dar un paseo, sin afastarme más del jardín de mi casa, aún así me relajaba salir de casa tomar un poco el aire. Miré el cielo nocturno cuando salí a fuera avisté una estrella que brillaba, era una estrella especial con un brillo y una luminosidad incomparable a la de las demás, en conjunto era una vista preciosa, y pensar que en la ciudad hay tantas luces que no dejan ver el cielo nocturno me desespera. Por eso decidí mudarme a las afueras, ya sé que pensaréis "sólo por esa chorrada mudarse, estará mal de la cabeza" pero sí, dejé todo lo que tenía para centrarme en las estrellas.
La razón de que tenga esa pasión por la astronomía es por culpa de mi madre... la pobre falleció hace un par de años y me dijo que, para saber si estaba bien, sólo debía mirar al cielo y en contar la estrella más brillante, en ese momento no tuve duda alguna. La estrella que yo miraba era con diferencia la más hermosa, mi madre estaba bien.
Traté de cumplir con mi ritual de cada noche, salté, salté y seguí saltando hasta que caí rendida al suelo, unas inmensas ganas de llorar invadieron mi rostro y no tuve más remedio que dejar escapar unas lágrimas, la verdad, últimamente lloraba mucho.
- Carla, no... Otra vez mirando al cielo?- Preguntó mi hermano Lucas mientras me abrazaba por detrás. A el le había afectado tanto la pérdida de nuestra madre como a mí, tanto que era imposible hablar sobre ella con el delante, pero el era fuerte y no era tan sensible como yo por lo que nunca se le veía llorando.
- Quería atrapar la estrella... - Dije aún entre lágrimas.
- Ella estará bien igual, no necesita a que la atrapada, ella sigue en tu corazón. Recuerda que ahora está en un lugar mejor. - Era extraño, juraría que vi salir algo de sus hermosos ojos azules, y, efectivamente, estaba llorando.
ESTÁS LEYENDO
Una Estrella
Teen FictionHola, me llamo Carla, mi madre falleció hace unos años y todavía no he superado la pérdida, mi único refugio son: las estrellas.