Dieciocho.

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Hero.

Estoy nervioso pero que muy nervioso. El padre de Shay esta aquí y le voy a conocer. Estos últimos días están pasando muchas cosas. Anoche lo de Noah, esta mañana lo de que Shay no quiere denunciarle y ahora que voy a conocer a la única persona que realmente quiere a Shay. Por que su madre no tiene pinta de tenerla mucha estima. Cuando llegamos abajo me encuentro a un hombre alto con el pelo muy oscuro y de ojos verdes como los de Shay. Se parecen un montón. Intento respirar hondo para que no se me note que estoy prácticamente temblando de los nervios.

-Hola, encantado soy Richard Denver, el padre de Shay- dice el señor Denver estrechándome la mano. Le sonrío y el me devuelve la sonrisa, es muy agradable. No se como semejante buena persona pudiese casarse con la bruja de Rosy.

-Me llamo Hero-me presento- Soy amigo de su hija.

-Oh, pensaba que era tu novio.-le dice tranquilamente a Shay.

-No papa, solo es un amigo- No se acuerda de nada de lo de anoche. Ni que me dijo te quiero, ni que me besó, ni que quería estar conmigo y por eso me dijo de dormir con ella en su casa. No es la primera vez que duermo con una chica. Cuando Liv y yo estábamos juntos de vez en cuando me quedaba en su casa a dormir. Lo que aprovechábamos para acostarnos. No sé si decirle a Shay lo que pasó realmente entre nosotros anoche, no sé si me creería y no sé si lo retiraría. No pienso jugármela, así todo esta bien. Ya tendré tiempo de contárselo.

-Lo siento.- Richard me sonríe otra vez.

-No pasa nada. Shay yo debería irme. Para que paséis tiempo juntos y para que tu padre se instale. No quiero molestar.

-Ya, si, deberías.- dice Shay bajando el tono de voz. Normalmente habla alto y con mucha energía pero ahora es más tranquila. ¿Será por su padre?

-A mi personalmente no me molestas en absoluto. Tu has llegado antes que yo-dice y le sale una pequeña carcajada.

-Da igual, mis padres me estarán buscando- digo y me acerco a la puerta. Shay me acompaña y me abre la puerta principal.- Adiós.

-Adiós Hero- dice, me mira a los ojos y cierra la puerta.

Es demasiado pronto todavía para volver a casa. Mis padres no me esperan hasta dentro de un rato. Así que decido ir a casa de Noah y recoger mi mochila.

La casa de Noah está a las afueras. Es grande, no tanto como la de los Denver pero es más grande que la mía. Llego a su casa y veo fuera su coche aparcado. Está en casa. No sé como pudo llegar con lo borracho que iba él anoche. Toco la puerta varias veces. Me abre una señora, su madre. Se nota que es joven, prácticamente no tiene ni una linea de expresión, como mi madre o la madre de Shay.

-Hola-sonrío- Soy amigo de Noah. Él tiene una mochila mia y venía a recogerla.

-Claro, pasa.- entro y la madre de Noah me dirige al salón. Me siento esperando a que ella lo avise.

Pocos minutos después Noah baja por las escaleras. Está vestido con un pijama calentito, el pelo revuelto y cara de resaca. En cuanto llega me enderezo, a la defensiva y mi cara cambia de amable a enfadada. Se queda quieto delante del sofá mirandome. Se rasca la parte de atras de la cabeza esperando a que yo hable.

-Quiero mi mochila- digo frío.

-Bien, la tengo en mi cuarto. Sube y cógela.

-No, no pienso subir a tu habitación. Suficiente que no te estoy matando en este instante. No sabes cómo me estoy conteniendo.- digo y él abre los ojos, casi se salen de sus órbitas.

-Tu no eres agresivo. - dice muy calmado. Cada minuto que pasó más tiempo aquí menos me controlo. Noto como mi respiración va más rapido cada vez y presiono mis puños al lado de mis piernas.- Yo no quise hacerlo. Estaba muy drogado tio.

-Cállate, dame la mochila y me voy. No quiero seguir hablando contigo.

-Voy.- vuelve a subir las escaleras y espero. Poco después baja con la mochila agarrada por un asa. La tira a mi lado en el sofá. Me levanto cogiendo la mochila y me dirijo a la salida.

Antes de irme me paro y me giro hacia Noah. Sigue en el mismo sitio mirando al suelo.

-No te acerques a ella, ni se te ocurra porque la próxima vez no me voy a contener. Te mataré, juro que te mataré Noah.

-No la voy a tocar. Pero te voy a decir una cosa. Cuida sus espaldas.-dice y me voy. ¿Que ha querido decir? Las espaldas de quien o quienes.

Estoy sentado en el sofá de mi casa, viendo una peli con Brooke, una de princesas. Siempre me obliga a ver ese tipo de pelis con ella. No me encanta pero tampoco me quejo. A mi me gustaba ver pelis de Disney con papa y mama, y ahora como están casi siempre trabajando yo me quedo con Brooke. Aunque se que se puede cuidar sola, la pequeña es bastante independiente.

-No me gusta esta peli, nunca me gustó Blancanieves. Es inútil.- dice mi hermana comiendo con rabia las palomitas.

-Blancanieves tiene casi cien años. La manera de pensar ha cambiado mucho. Antes siempre rescataban a la chica, ahora no. Mira Moana*, ni si quiera hay un protagonista chico que la salve.

-Moana si que me gusta. Será por lo que has dicho tú.- dice y sigue viendo la película. Un rato después llama alguien a la puerta. Me levanto y la abro. Enzo se encuentra de pié enfrente mia. En su cara puedo leer preocupación. Con un gesto en la cabeza le digo que pase y me sigue hasta el salón.

-Brooke, ese es Enzo.- Le digo a mi hermana que sigue mirando la pantalla. Ella me mira por un segundo y luego fija su mirada hacia mi amigo.

-Hey- vuelve a mirar a la pantalla.

-Hero, quiero hablar contigo.

-Entonces, Brooke, tienes que irte.- mi hermana gira su cabeza y me mira. Alza sus cejas hacia arriba, no se va a mover. Asiento con la cabeza y ella hace todo lo contrario.

-Sabes que eso no va a pasar, esta empezando a pasar algo interesante. -dice y señala la televisión.

-La paro y luego la terminamos ¿vale?

Me vuelve a mirar y pone los ojos en blanco pero finalmente se levanta y se va rumbo a su habitación.

-Ya podemos hablar- digo sentándome en el sofá e invitando a Enzo a sentarse conmigo.- ¿Que pasa?

-Ha pasado algo.- dice y me mira con una mezcla de furia y tristeza.

-Cuenta, ahora Enzo. ¿Que coño ha pasado?

-He recibido un sobre. Un sobre grande, de esos que tienen burbujas por dentro.-Dice y mientras con las manos hace la forma de un sobre grande.

-Enzo, no importa como sea el sobre.

-Como sea. Ponía mi nombre y yo nunca recibo ninguna carta ni nada de eso. Así que me extrañé, igualmente lo abrí y habían fotos. Tres fotos grandes. Una de Shay saliendo de mi casa por la ventana y otra entrando. Y la otra... La otra es una foto de mi ventana, la espalda de Shay desnuda y yo quitándole la ropa...

Enzo agacha la cabeza y posa su mirada en el suelo. Mi cara se vuelve de una tranquila a una horrorizada. ¿Quien coño ha hecho las fotos? ¿Shay sabe esto? ¿Por qué se las han mandado a Enzo?

-¿Cuando te llego el sobre?- digo y mi respiración se agita. Alguien sabe de lo que pasó entre Enzo y Shay. Alguien quiere joder a Enzo y lo peor es que, lo mas seguro, lo va a conseguir.

-Hace una hora me llegó a casa ¿Porqué?

-Por que puede ser que a Shay también se lo hayan mandado. ¿Alguien más sabe lo que paso entre vosotros?- mi amigo niega desesperadamente con la cabeza.

-No, nadie que yo sepa. ¿Crees que a Shay le han llegado las mismas fotos?

-No lo se Enzo, puede ser. No has traído las fotos- no hay ningún sobre en su mano o en su chaqueta.

-Ni de coña las saco de casa.- niega con la cabeza.

- Tenemos que averiguar si Shay las ha recibido o no.

-¿Y si no las ha recibido?-susurra casi con miedo.

-Se lo decimos.- concluyo.

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*Moana: Vaiana en España.

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