Bash -06-

187 32 1
                                    

Estar con una persona rota no es fácil, y a veces la presión de intentar arreglarla termina siendo demasiado, pero no cuando la amas del modo que Bash amaba a Georgia. A veces ocurre lo de los cuentos de hadas, a veces el amor gana.

Él soportaría lo que fuera necesario, él lo daría todo.

-Deberíamos largarnos..., ¿no crees?

Estaban sentados con las piernas colgando del ultimo piso de su torre de apartamentos.

Un movimiento en falso y adiós mundo cruel.

Pero ella no parecía tener intención de lanzarse,

ni él de soltarla.

-¿A qué te refieres?

Alzó el rostro para mirarlo a la cara.

Cuando la tenía así de cerca, él sentía que Georgia era lo único que podía y quería ver.

-Me refiero a todo- hizo un gesto vago con el brazo- Aquí tu nunca seras feliz, y odio eso. Hablo de que podríamos escaparnos, huir de aquí.

Ella bajó el rostro, pensativa.

-Huir sería un sueño.

Bash le beso el dorso de la mano con dulzura. La miró fijamente, intentando asegurarse de que ella entendía cada palabra que él decía.

-Podríamos hacerlo realidad.

Georgia tenía una expresión de ensueño. Con una sonrisa de medio lado, y los ojos cargados de amor, le acaricio la mejilla lentamente. 

-Mi felicidad no depende de un lugar, eso no haría ninguna diferencia, pero tú eres mi hogar. Estaré feliz donde sea, mientras esté contigo.

Irreparable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora