Ashley Petrova POV.El Diablo, El Diablo, El Diablo. Era lo único que rondaba por mi cabeza.
— Marcia, dile a Caroline que sí quiero hablar con el famoso Negan, reconsidere su oferta.
— Esta bien, Sirena.— Marcia fue con Caroline, mientras yo me quedaba mirando mi laptop, necesitaba saber porque Richard estaba sólo, si trabajaba para la policía.
Caroline entró con su laptop también para enseñarme los mensajes de Negan, Negan es la mano derecha de El Diablo como lo es para mi, Caroline.
— Serena, es una gran oportunidad, trabajar con el vendedor de drogas fuertes, te ayudará con las chicas ya que la policía tiene información de ellas y tuya.
— Dile que sí, nos encontraremos donde digan ellos.
Username02:
Di un lugar para el reencuentro.
No esperamos ni un segundo para que el tal Negan nos responda.
Username099:
Avenida Washington, dónde esta la vieja fábrica de chocolates, nadie va a ahí, en 10 minutos.
— Nos vamos.— Me puse mi campera de cuero, cargué mi arma y salimos de nuestro lugar seguro.
Al cabo de 5 minutos llegamos a la fabrica de chocolates, estacione a unas dos cuadras de ahí.
— La Sirena.— Dijo una voz escalofriante cuando entramos.— Y su mano derecha. Negan ve con la chica.
— Lo siento, Diablo. Ella se queda.— Se sintió que alguien bajaba de arriba de algo, tal vez una madera o no sé.
— ¿Una Petrova?
— ¿Un Riggs?
Mi familia era conocida por todos los privilegios que teníamos, el dinero, éramos considerados la familia con más dinero en Atlanta, íbamos de la mano con los Riggs.
— Mucho gusto, soy gran fan tuyo.— Dijo un hombre.
— Gracias. Caroline ve con el hombre, me quedaré hablando con El Diablo a solas. No la toques.— Le dije a el hombre.
— A sus órdenes señorita.
— Chandler Riggs, mucha gente me pidió por tu muerte, pero nunca accedí, eran amigos de mi familia.— Dije, sus ojos azules penetraron los míos con fuerza, sus labios finos se encorvaron en una sonrisa cínica.— No sabía que también trabajas en esto.
— Gracias a ti empecé cariño. Me abriste este camino de drogas, mujeres y sexo. Que disfruto bastante. Ashley Petrova, muchísima gente pidió por tu cabeza, órganos o partes de tu gran y sexy cuerpo, no accedí por las mismas razones que tú.— Le sonreí.
— Vine aquí por tu ayuda, se que tu tienes a Katelyn Nacon.— Dije, el me miro sorprendido.— Ella debe saber cosas de su hermano que yo no logro encajar. La policía me busca hace mucho mas tiempo que a ti, corazón, necesito que me la des para hacerle una entrevista corta, puedes estar ahí, se que les das miedo a las chicas y preciso tu protección.
— Vale, vale, es una oferta tentadora, cariño. Pero todo tiene su precio preciosa, mis padres trataron de conseguirme esposa estos últimos meses, no se si te habrás dado cuenta, Hana Hayes fue una de las mil pretendientes, pero sabrás también que la queme viva el día de hoy.
— ¿Quieres que yo sea tu esposa?— El asintió y yo solté una carcajada a lo que el me miró confundido.— Ni en tus más dulces sueños Riggs.
— Es algo que ambos queremos, no quiero una plástica ni falsa ni nada por el estilo a mi lado, tu no eres nada de eso, amor. Te ofrezco protección de la policía y tu entrevista a Katelyn Nacon a cambio de ello.
— Vale, me lo pensaré bien. Pero quiero que cuides a tres de mis chicas que estuvieron con Richard Nacon, las revisaré si tienen algún rastreador que le haya dado ese hijo de puta y te las daré.
— Esta bien, cielo. Negan le dará la ubicación a tu mano derecha y te esperaremos ahí, mientras piensa en mi propuesta cariño.— Beso mis labios de una forma corta porque lo separe de mí.
— Iremos.— Busque a Caroline que estaba hablando animadamente con Negan, toque el hombro de la rubia.— Nos vamos, veras a Negan después.
Riggs me saludó con la mano y me lanzó un beso, rodeé los ojos.