Ashley Petrova POV.Las calles de Atlanta estaban desiertas, ningún auto pasaba por allí, había personas solitarias, pobres durmiendo en bancos o en el piso de algún lugar. Un hombre fumador, con cara de pocos amigos, llamado Richard, se acerca peligrosamente a mí, por mi silbido.
Soltó el humo que retenía en su boca en mi cara.— ¿Trabajas para la Sirena? Mira que guapa eres, cielo. La Sirena te dio algo que es mío ¿Me lo das?.— Reí sarcásticamente, chasquee la lengua contra el paladar.
— Disculpa cariño, pero yo no te daré la droga antes de que me pagues, ese era el trato que firmaste.— Miré a su cara y observe los detalles antes de meterle un bonito balazo en la cabeza. Era rubio, sus ojos verdes observaban cada uno de mis movimientos, tenía barba de unos tres días, su ceja estaba cortada y sus dientes estaban separados.
Tragó duro para luego responder.— Los rumores son ciertos, la Sirena vino a mí para matarme.— Río sarcásticamente.— ¿Cuántos años tienes? ¿15?
Saqué mi arma de atrás de mi espalda y se la mostré, trago en seco, le hice una seña como para que camine a el callejón sin salida para él pero para mi si.
— Los rumores son ciertos, y guárdate esta cara en tu mente porque no la verás siempre, soy la Sirena, no me gusto que hayas maltratado a una de mis chicas que te trajo la droga la última vez. No volverá a pasar, y menos que lo de darle información a la policía de mis chicas, eso es malo, ojalá te encuentres con Katelyn en el cielo.— Iba a hablar pero le metí un balazo en la cabeza, agarré la sangre que brotaba de su cabeza y le escribí: "La Sirena." en su frente, la gente oyó el ruido y corrían hacía el callejón para ver que había sucedido, salté para dar con unas escaleras rotas que subían a el edificio.
Chandler Riggs POV.
Llene de aceite mi galpón donde violaba a las chicas que secuestraba, ya que lo encontraron, metí un cigarrillo dentro de mi boca y lo prendí, miré aquella construcción de piedra, caminé hasta mi auto y tire el cigarrillo al aceite y se prendió fuego, miraba la construcción siendo quemada por el espejo del auto.
— Sí, ya acabé con el galpón.— Prendí la televisión mientras le daba una calada a mi cigarro. Me tiré a el sillón para mirar las noticias.
— La Sirena actuó nuevamente y asesino a el espía de la policía, Richard Nacon, hermano de la famosísima Katelyn Nacon.— Reí a carcajadas, La Sirena fue mi inspiración, la policía nos busca a ambos hace 9 años, somos asesinos desde los diez, pero yo trabajó aquí en mi ciudad natal y ella se va de aquí y vuelve.
Cuando dijeron mi nombre volví de mi transe.— El Diablo actuó quemando vivas a sus víctimas, entre ellas la famosa Hana Hayes.
Apagué la televisión para irme a dormir, espero que Negan no interrumpa mis sueños húmedos con la Sirena.