Amor Oculto || CV&TU || TERMINADA

16

― ¿Recuerdas cuando preguntaste si solo Chris, Alan y yo vivíamos aquí?― Dora se dirigió a mi―
― Si, me dijiste que tenias una hija― Dirigí mi mirada hacia la linda joven―
― Bien. ________, ella es Helen, mi hija ― Dio un empujoncito a Helen para que se acercara a mí.
― Helen Campos. Un placer― Me tendió la mano.
― ________ Pimentel― Acepte su mano y le sonreí.
― En realidad ese ya no es su nombre― Chris camino hacia mí y puso una mano en mi hombro derecho― Solo que le cuesta trabajo recordarlo, y más trabajo decirlo.

Vélez, Vélez, Vélez. ¿Por qué es que nunca lograba recordarlo?

― ¿A qué te refieres? ― Preguntó Helen confundida.
― Helen, ella es ________ Vélez, mi esposa― Chris sonrió.
― Tu esposa― Repitió ella mientras soltaba mi mano.

Helen había sido la primera persona que no había sonreído y abrazado a Christopher acompañado de un «felicidades» cuando me había presentado como su esposa. Por el contrario, su cara reflejaba sorpresa y algo más... molestia, tal vez. Maravilloso... ¿sería que pronto habría problemas en la casa?

― Así es― Chris me apretó contra el de manera cariñosa― Pensé que tu mamá ya te lo había dicho
― No, solo menciono que hubo un gran cambio en tu vida, pero nunca imagine algo como esto― Sonrió con pesar.
― A mi me da gusto conocerte. Supe por Dora que acabas de terminar la Universidad― Dije sonriente
― Si, así es. Me he graduado en Negocios Internacionales.
― Felicidades, Helen― Chris la abrazo y ella correspondió el abrazo― ¡Esto tenemos que celebrarlo!
― Me conformo con que los planes que habíamos hecho no cambien― Discretamente lanzo una mirada hacia mí, haciendo que yo me estremeciera, demonios...en su mirada había fuego.
― Bien, empecemos. Si mal no recuerdo, lo primero en la lista era un partido de tenis― Chris sonrió― ¿Has practicado?
― No necesito practicar para vencerte― Helen levanto una ceja cobriza.
― Bueno, cambiémonos y reunámonos en la cancha en 15 minutos, ¿te parece? ―
― Por supuesto― Helen sonrió y con maleta en mano subió las escaleras, pero pronto Chris la alcanzo ayudándole a cargarla.

Y yo... me quede sola, puesto que Dora había abandonado sigilosamente el recibidor minutos antes. Sentí un vacio acompañado de un ligero pinchazo en mi interior.

Mi vista seguía fija en la escalera, como en espera de que Chris se acordara de mí y bajara. Pero no lo hizo. Me estaba comportando como una tonta, yo no era así, me dije a mi misma, y con pasos marcados camine hasta la cocina.

― ¿Qué harán? ― Pregunto Dora cuando me vio entrar
― Jugaran tenis― Bebí un poco de agua.
― ¿Jugaran? Esperaba un Jugaremos― Dora me miro atenta.
― Se han olvidado de mi― Me encogí de hombros― Pero está bien, de igual manera nunca he jugado.

Claro ese era el consuelo de una perdedora.

― Bueno, siempre hay una primera vez. Si yo fuera tu subiría y me cambiaria para jugar.
― No tengo ropa para jugar tenis― Dije molesta― ¿Qué haces?― Cambie el tema.
― Ellos acostumbran a beber limonada mientras juegan― Dora estaba endulzando una jarra con agua,
― ¿Te ayudo? ― Pregunte esperanzada.
― Si, pásame unos cuantos hielos de la hielera, ¿quieres? ―Le pase los hielos y le ayude a poner todo sobre una bandeja brillosa, estaba segura de que era de plata.

Se escucharon pasos bajando por la escalera y dirigí mi vista hacia la entrada. Helen apareció vestida con un traje como de tenista profesional, de color blanco con franjas rosas.

― ¿Chris ya bajo? ― Pregunto amarrando su blusa a la altura de la cintura.
― No aun no― Dora la miro― Ponte esa blusa como va, Helen
― Hace mucho calor― Protesto ella― Bueno, me iré yendo a la cancha. ― Sin más salió por la puerta de la cocina directamente a la cancha.
― ¿La cancha queda cerca de aquí? ― Pregunte con el ceño fruncido― Pensé que se irían en coche.
― Aun no has recorrido la casa, ¿verdad? ― Me miro tiernamente― Aquí mismo hay una cancha, además de una de baloncesto. Ambos deportes le fascinan a Chris, sin mencionar el beisbol, pero bueno no había espacio suficiente para un campo.
― Ya veo― Estaba sorprendida―

Chris entro acelerado a la cocina.

― ¿Es eso limonada? ― Pregunto acercándose a Dora.
― Si, mi tradicional limonada―
― Hace mucho calor, no puedo esperar a probarla― Sonrió― Iré a dejar las raquetas a la cancha y regreso por la jarra.
― No te molestes, yo la llevare― Dije intencionalmente debido a que el ni siquiera había notado que yo estaba ahí.

El giro su cabeza hacia mí y me miro de arriba a abajo.

― ________, ¿por qué no te has cambiado, no piensas jugar con nosotros? ―
― No, en realidad jamás he jugado tenis, prefiero quedarme aquí―
― Pero yo soy un excelente jugador, y te puedo enseñar― Sonrió... con una de las sonrisas que hacían que yo suspirara.
― Gracias, tal vez otro día― Me levante de la silla
― ¿Segura? ― Levanto sus cejas
― Segura― Hice una mueca
― Bueno, que te diviertas linda― Salió por la puerta directo al jardín.
― ¿Cuándo se te va a quitar lo testaruda, mi cielo? ― Dora me miro con desaprobación
― Cuando Chris se canse de mi― Dije en voz baja
― ¿Qué dijiste? Perdón pero no te escuche― Se acerco con la bandeja en sus manos.
― Nada. Que llevare la limonada― Tome la bandeja― Espero no perderme
― Solo camina derecho, y cuando llegues a un gran rosal de rosas blancas da vuelta a la izquierda.
― A la izquierda, de acuerdo―

Seguí las instrucciones de Dora y pronto escuche el rebote de una pelota contra el suelo. Había llegado a la cancha. Pude observar a ambos muy concentrados en el juego, tanto que ni siquiera me habían visto llegar. Ambos se movían de lado a lado y reían de vez en cuando. El tenis parecía divertido, sin duda alguna. Sin llamar mucho la atención camine hasta una mesa de jardín que había a un lado y coloque la bandeja.

― ¡Punto para mí! ― Exclamo Helen con gran energía.
― No es justo, me distraje observando a ________― Contraataco Chris
― ¿________? ― Helen miro hacia un lado y al verme se quedo estática, yo le sonreí.
― Les he traído limonada― Anuncie tratando de hacer el momento menos incomodo.

Ambos caminaron hacia mí con raqueta en mano.

― Gracias― Chris tomo uno de los vasos que había servido― Esta deliciosa, ¿le has ayudado a Dora? ― Pregunto sonriendo

Yo solo asentí y Helen se dedicaba a disfrutar de la bebida sin siquiera decir palabra alguna.

― Bueno, me retiro― Hice una mueca
― No, ________. Quédate y presencia como tu esposo gana este partido― Chris me tomo del brazo―
― Vas a perder― Dijo al fin Helen
― Eso ya lo veremos― Chris esbozo una sonrisa― En cuanto a ti, señorita, te ordeno que me des un beso de buena suerte.

Me acerque a él y le di un beso en la mejilla, Helen dio media vuelta y corrió hasta su lado de la cancha.

― Eso no servirá de mucho― Dijo atrapando mis labios y dándome un rápido pero cálido beso― Ese sí que servirá

Corrió hasta la cancha mientras que yo me sentía aturdida.

Horas después, Chris había tomado un baño al igual que Helen, luego todos juntos, incluyendo a Dora y Alan, nos dirigimos al comedor...el cual solo se usaba en ocasiones especiales y según Chris, esta era una. Al terminar Dora, Alan y Helen salieron de la casa para irse a la suya, yo por mi parte me dirigía a mi habitación, pero Chris me pidió que lo acompañara a su despacho, una vez ahí tome asiento y lo mire fijamente.

― ¿De qué quieres hablar? ― Cruce los brazos a la altura de mi pecho
― Tu y yo tenemos una conversación pendiente. ¿Lo recuerdas?
― Si, perfectamente― Dije sin apartar la vista.
― Bien― Comenzó a recorrer su camino hacia detrás de la silla en la que yo estaba― Si, deseo tener una familia― Sonrió ampliamente― Eso es lo que haría que mi vida este completa. ¿Qué hay de ti? ―
― Si, yo también quiero tener una familia― Sin darme cuenta, sonreí.
― Maravilloso, entonces estas consciente de que algún día tendremos que dejar de dormir en camas separadas― En ese momento estaba muy cerca de mí.

Sentí como la sangre se agolpaba en mi cabeza, evitando que pudiera escuchar claramente.

― Si, lo estoy― Dije susurrando
Sentí su respiración en mi cuello.

Luego su mano izquierda se deslizo por mi brazo provocándome una fría sacudida.

― Bésame ― Con un movimiento rápido giro la silla para que pudiera verle la cara―