Muchas Adelas, entraron en los aposentos de Lila haciendo que esta se despertara. La Adela cocinera trajo el desayuno en una gran bandeja que apoyó en las piernas de la hada.
-Buenos días princesa, hoy es un gran día-
-Buenos días Nina, gracias por el desayuno.- Dijo Lila intentando acomodarse sin tirar el desayuno de la bandeja. Nina, asintió con la cabeza y salió de la habitación. Las demás hadas seguían colocando la habitación, uno de ellos, sacó el vestido de la caja y lo estiró colocándolo en una percha sobre la pared, esto hizo que un pequeño gesto de nerviosismo recorriera la cara de la princesa. Cuando todos los Adelas salieron del cuarto, Lila empezó a engullir el desayuno, sin parar de mirar el delicado vestido que se situaba enfrente de ella.
Al terminar el desayuno se levanto de la cama, y comiendo el vestido se miró en el espejo
-No tienes porqué tener miedo- se dijo a si misma sin creerse ni una palabra
Se quitó en pijama y se empezó a poner con cuidado el frágil vestido que llevaba observándola toda la noche, al terminar de colocárselo se giró y se miró en el espejo, suspirando se contempló de abajo arriba sin dejar de admirar como las flores de este caían sobre la gran falda que arrastraba por el suelo.
-Princesa ya estas...- Dijo Vella abriendo la boca admirando como le quedaba el vestido a Lila.
-Prisma es increíble- Contestó la princesa al gesto de su amiga. Prisma es la costurera de la corte, se puede decir que es la mejor del reino.
-Estas preciosa- Su amiga sonrió, mientras le brillaban los ojos, algo que hizo que se le contagiara a la nerviosa hada que no paraba de mirar el espejo.
-Es hora de que vallas a mis aposentos- Vella y Lila salieron de su habitación delicadamente para que el vestido no se estropeara. La madre de Vella fue la Adela de Diana, por lo que se convirtió en la peluquera real, ella se encontraba en los aposentos que compartía con su hija.
-Buenos días princesa- Dijo la peluquera que se levanto para hacer un gesto con la cabeza que indicaba respeto
-Buenos días Mina- La verdad es que aunque ella fuera la madre de su mejor amiga, nunca habían hablado fuera de lo profesional después de la muerte de la reina.
La princesa se sentó en un pequeño sillón enfrente de un espejo y una mesa llena de utensilios de peluquería. Mina, se sentó detrás de ella, comenzando a cepillar el largo cabello pelirrojo que llevaba atado en una coleta. Después de un largo rato peinando, Mina procedió a plancharla el cabello, haciendo que sus rizos, se convirtieran en brillantes mechones que caían sobre la parte translucida del vestido. Al terminar, le recogió el pelo en un moño no muy alto, donde dejo sueltos los mechones delanteros del flequillo de la chica.
Era la hora, la princesa fue a buscar a su Adela para llegar a la celebración con ella, al encontrarla, la pelirroja se quedó asombrada, estaba preciosa, llevaba un vestido, con la parte de arriba color beige y la falda, de un color azul marino, lo que hacía que resaltara la Clarita piel de la chica, llevaba su pelo castaño suelto y con varias ondas artificiales.
-Preparada?- Dijo Vella sonriendo, mientras ladeaba la cabeza.
-Estas increíble- Señaló Lila mientras abrazaba con cariño a su amiga
-Vamos?-
Las dos recorrieron el pasillo hasta llegar al comedor, donde todas las decoraciones que vio la noche anterior estaban complementadas con muchísimas hadas que se movían y hablaban entre ellas. Cuando la princesa y su Adela entraron en el inmenso comedor, todos los seres de esa habitación comenzaron a mirarlas y a susurrar entre ellas, hasta que la estancia quedó en completo silencio.
-La princesa Lila y su Adela- Después de oír eso que dijo el presentador de la celebración, todos los seres, hicieron una reverencia y después de un par de minutos , que para Lila fueron muy largos, siguió la fiesta.
La palabras "y su Adela" para Vella fue como un pinchazo en el corazón, ¿tanto le costaba decir su nombre? ¿Siempre iba a ser solo la Adela de la princesa?.
-Cuando acabe la fiesta le diré al presentador que la próxima vez diga tu nombre entero- Dijo Lila al ver el gesto de ignorancia que puso su amiga al oírlo
-No importa-
-mira, hay hadas de todos los reinos- Dijo Vella intentando cambiar de tema
-si...- Se notaba un pequeño temblor en la voz de Lila, estaba muy nerviosa.
-Oh vamos, hoy es tu día, intenta disfrutarlo, ya verás como no va ha pasar nada, no hoy- La castaña agarró de las manos a Lila y la llevó hacia un par de hadas de la corte.
-Ho.. Hola Lila- Un Adela saludó a la princesa, haciendo que Vella se parara. Se trataba de Norius, el jardinero de la corte, él siempre le había gustado a Lila, pero ambos saben que esa relación no sería posible.
-Hola Norius, ¿Como estas?- Contestó sonriente la princesa, mientras le brillaban los ojos
-Es la primera vez que me invitan a una corona...-
-Nos tenemos que ir Norius, tenemos prisa- interrumpió Vella agarrándole la mano a Lila y empujandola. Aunque parezca que a su amiga no le cae bien, no es así, Vella sabe que la relación es completamente prohibida, ella solo intenta hacerla lo menos daño posible.
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Más que un Universo-
FantasyHace menos de una semana el padre de Lila estaba completamente sano, gobernando como ningún otro rey. Hace un siglo, cuando la dinastía Dela estaba en el poder, el reino se veía sumido en la oscuridad y la guerra, hacía mucho que el reino no tenía e...