Historia Curiosa.

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Al sur de Corea, muy cerca de Busan, hay una pequeña ciudad llamada Miryang. En dicho lugar, hace mucho tiempo, ocurrió un desagradable incidente que se conoció posteriormente como La leyenda de la virgen Arang.

Se cree que todo ocurrió durante el reinado del Rey Myeongjong (r. 1545 - 1567) en este lugar al sur de la península coreana. Arang, cuyo nombre verdadero era Yun Jeongok, llegó a Miryang junto a su padre cuando tenía 18 años. Su padre era un noble de Seúl que había sido designado como Magistrado de Miryang. Ella era muy guapa e inteligente y muchos hombres habían intentado cortejarla, sin embargo, su padre pensaba que ninguno de ellos era un buen partido para ella y por esta razón todavía seguía soltera.

Cuando llegó a Miryang, uno de los oficiales de menor rango de esa ciudad, llamado Baekga, enseguida se sintió atraído por ella. Por su rango menor, no podía acercarse a ella ni mucho menos pedirle matrimonio, así que le contó sus sentimientos a la mujer que se encargaba de los cuidados de Arang.

Una noche, cuando Arang estaba leyendo en su habitación, su mujer de confianza le dijo que había luna llena y que podían salir a verla en el pabellón que había junto al río. Aunque salieron a ver la luna, Arang estaba preocupada porque habían ido sin permiso de su padre, pero la mujer insistió en ir al pabellón Yeongnamru desde donde se podían ver unas bonitas vistas. Mientras tanto, Baekga permanecía oculto esperando la llegada de las dos mujeres.

Cuando ellas llegaron, la mujer que la cuidaba puso una excusa y se fue dejando sola a Arang, momento que aprovechó Baekga para acercarse y hablar con ella. Él le contó que estaba enamorado, pero ella sintió miedo, así que gritó e intentó escapar de allí. El hombre la persiguió y la alcanzó, después la cogió en sus brazos con fuerza y no la dejó ir. En el forcejeo, cayeron al suelo y él intentó violarla, pero la chica se resistió tanto como pudo. Finalmente Baekga sacó una pequeña daga y la apuñaló hasta acabar con su vida. Después, escondió su cuerpo en un pequeño bosque de bambú cercano al lugar del asesinato.

A la mañana siguiente, cuando el padre se enteró de que Arang no estaba en casa, ordenó una investigación. Sin embargo, como Baekga y la mujer que cuidaba de Arang habían llevado todo en secreto y ninguno de ellos confesó, no pudieron descubrir nada. Resignado por no saber nada, y pensando que su hija había huido por algún motivo personal, el magistrado volvió a Seúl y dejó Miryang.

Como el puesto había quedado vacío, un nuevo magistrado llegó desde Seúl. Este nuevo magistrado tomó posesión del cargo sin más problemas, pero a la mañana del día siguiente, el nuevo magistrado apareció muerto sin ninguna señal de violencia. Para substituir a este magistrado fallecido, llegó otro nuevo, pero corrió la misma suerte y también fue encontrado muerto al día siguiente. Y así pasó con los otros magistrados que pasaron por Miryang, haciendo que el gobierno del país se preocupara y que ningún magistrado quisiera ir allí. Todos fallecían sin signo de violencia alguno, por lo que pensaron que se trataba de una maldición inexplicable.

Un día, un funcionario llamado Yi Sangsa decidió ofrecerse voluntario para ser magistrado en Miryang, con la intención de saber por qué ocurría esto con cada magistrado. Cuando el nuevo magistrado llegó, el personal de servicio ya estaba haciendo los preparativos para su propio funeral del día siguiente. Perplejo por la situación, decidió esperar a ver qué pasaba. Al llegar la noche, iluminó todos los rincones de la casa y se quedó leyendo en la silla de magistrado de su edificio de gobernación. De repente, un viento extraño entró en el recinto, la puerta se abrió, y el espíritu de una chica entró lentamente. El fantasma de la joven tenía el pelo despeinado, y le habían cortado un brazo y un pecho. Además, el magistrado pudo ver como una daga atravesaba la garganta de la joven.

Sin embargo, el magistrado no se horrorizó por la escena, y le preguntó quién era. Ella respondió que era el espíritu de Arang y que buscaba venganza. Le contó que ella se había aparecido a todos los magistrados pero que, al ser todos unos cobardes, habían muerto de miedo. En cambio él no tenía miedo, así que podría ayudarle a hacer justicia en su nombre.

El fantasma le contó que su asesino estaba entre los funcionarios a su cargo, y que dentro de tres días, cuando pasara lista a los oficiales y llegara al nombre de dicho asesino, una polilla amarilla volaría alrededor del culpable. De esta manera, él sabría quién era y podría castigarlo.

A la mañana siguiente, los trabajadores vieron que el nuevo magistrado no había muerto y se sintieron mucho mejor porque pensaron que la maldición ya había terminado. Tres días después, cuando la situación estaba más calmada, pasó lista a los trabajadores de la oficina del magistrado. Entonces, una polilla amarilla emvpezó a volar por encima de la cabeza del funcionario llamado Baekga. El magistrado Yi Sangsa le preguntó públicamente sobre el crimen y le explicó la relación entre el crimen y las misteriosas muertes de los magistrados anteriores. Baekga se derrumbó y confesó los hechos. Al confesarse culpable de asesinato, fue inmediatamente ejecutado. También confesó dónde había dejado el cuerpo, así que finalmente Arang fue encontrada y enterrada. Se dice que cuando se encontró el cadáver, apenas tenía signos de putrefacción porque estaba esperando su venganza. Después de la ejecución de Baekga y de dar sepultura al cuerpo de la joven, el fantasma descansó en paz y no volvió a aparecer nunca más.

PESADILLAS : Leyendas Urbanas De Corea Del Sur 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora