Luna Roja

La ventana

Yo soy Saya, hoy en día tengo 21 años, pero en aquel entonces a penas tenía 16; quiero y necesito contar nuestra historia por última vez, para sanar, para dejarlo ir y para poder seguir.
¿Han escuchado la frase "cuando una puerta se cierra se abre una ventana"? Pues eso fue Jacob para mí, una ventana en mis días más jodidos.
Mi mejor amiga Ingrid, decidió que necesitaba conocer a chicos para olvidar a mi ex, y él fué uno de los candidatos. Aún recuerdo como lideraba a mi grupo saliendo de la cafetería y dirigiéndonos a algún lugar por los pasillos del bachillerato cuando lo escuché:
—¡Saya!, Ven aquí— me dijo Ingrid entre gritos, y a penas levanté la mirada y lo supe, eras una nueva víctima, y juro que no quería y no estaba en mis planes, pero algo me impulsó, dejé el primer almuerzo que me atrevía a probar por primera vez en semanas en manos de alguien y me dirigí hacia ustedes con una confianza que jamás había tenido
—Él es Jacob— dijo Ingrid a la par que se marchaba diciendo mi nombre;
—Saya— dije intentando sonar segura, y mantuvimos una charla pequeña que apenas y recuerdo de qué mierda fué, estoy segura que parte de ella trató sobre mi extraño nombre y la solicitud de amistad que me habías enviado el día anterior, pero ambos lo sentimos...al menos yo lo sentí, después me dijiste que irías por tu desayuno y cada quien tomó su camino, sin embargo comenzó, en ése puto momento activamos una bomba de tiempo de la cual no sabíamos fecha, hora ni lugar para estallar, ¿qué más da? la vida es corta y hay que dejarse llevar, ¿no?

Pero lo sabía, tus ojos me cautivaron al instante, y tu maldita nariz, ¡la adoré! Y ni siquiera sé por qué mierda, pero al menos aquel día me hiciste feliz.