[[PILOTO]]

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Una hermosa noche de luna llena cubrió por completo a la enorme ciudad europea, el brillante satélite natural de color blanco emanaba una luz de lo más radiante, las pocas nubes que yacían en la bóveda celeste trataban, sin éxito alguno, de cubrir aquélla enorme roca con forma de planetoide. Varios de los habitantes de la ciudad se encontraban en sus camas, arropados entre sus cobijas con las cabezas apoyadas en suaves almohadas. Unos dormían solos, otros acompañados de esa persona tan especial en sus vidas, y claro, no podía faltar la gente que se desvelaba, ya sea en fiestas o simplemente estando en Internet.

Pero, de entre todas las casas que había en la distópica ciudad, había una que destacaba, pues en una de sus habitaciones se llevaría a cabo un hermoso, emotivo y apasionante momento protagonizado por dos adolescentes los cuales estaban más que decididos a consumar su amor con aquel sexual y sentimental acto; no lo decidieron con palabras ni hablándolo. No. Llegaron a esa decisión entrando al cuarto por la ventana besándose apasionadamente. La muchacha despojó de su camisa a su novio, dejándolo desnudado, exhibiendo sus pectorales y su marcado abdomen. Por parte de él, le devolvió el favor a su novia; seguía besándola con tanto sentimiento, tanto amor que no pensaban en otra cosa más que en llegar al orgasmo juntos; colocó sus manos en su espalda, buscando desesperadamente el cierre del vestido color rojo que evitaba la exposición de su hermoso cuerpo, por fin lo había localizado, y sin pensarlo más comenzó a bajarlo lentamente dejando descubierta su espalda. Estaba decidido a desnudarle y eso fue lo que lo que hizo, claro, de una forma no brusca, sino con delicadeza, tratando de que esto no avanzara tan rápido como una sesión de sexo casual cualquiera. Esto no era sexo, era hacer el amor.

Una excitada adolescente de cabello azabache se hallaba desnuda frente a un castaño con el tórax al descubierto, éste la contemplaba con los ojos muy abiertos, y como no estarlo, si él era el primer hombre en la vida de la chica en verla como Dios la trajo al mundo. Esta al ver la expresión de asombro por parte de su espectador se le apareció un leve sonrojo en las mejillas y, torpemente, trataba de esconderlo, al igual que ocultar buena parte de su cuerpo, pero esto de nada le sirvió, su novio aún la miraba de la misma manera.

M: ¿Podrías dejar de verme así? Es vergonzoso. *Mirando hacia otro lado*

P: Lo siento, es que... *poniéndose de pie* te ves tan hermosa, mi princesa. Tu cuerpo es *se coloca detrás de ella* tan perfecto. Tan esbelto... *mira su cuello*

El chico castaño no terminó la oración que estaba conjugando, pues la tentación de tener a su chica totalmente desnuda frente a él era inevitable; cuando puso sus ojos en su cuello no se lo pensó por más tiempo hasta que se dispuso a devorarlo a besos a la vez de que con sus manos recorría todo el cuerpo de su compañera sentimental, acariciaba su abdomen, hasta llegar a sus pechos, estos los masajeaba suavemente, presionaba y jugaba con sus pezones hasta que estos se pusieron erectos.

M: Mh... Mmhh...

Ella solo jadeaba, pues no podía decir nada ya que su novio le impidió hablar uniendo sus labios con los suyos, dando como resultado un apasionante beso, sin embargo, tuvieron que detenerlo debido a la falta de oxígeno en ambos. Pero eso no frenó el recorrido que el joven estaba realizando con sus manos sobre el cuerpo del amor de su vida, de su alma gemela, de su novia. Mientras ésta no decía nada, sus jadeos eran más constantes que antes, ni que se diga de su agitada respiración. Las exhalaciones que continuamente hacía con algo de fuerza delataban por completo la lujuria que la quemaba por dentro.

P: Tranquila bebé, no vayan a explotar tus pulmones por como respiras, jeje.

M: Es que... *jadea* es tu culpa. Besaste mi cuello, estas tocando mi cuerpo y luego me besas. ¿Cómo... *gime* quieres que esté?

Un Chasquido... Y Ahora Estoy Aquí🐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora