—¡Hey! —Exclamó— ¿Estás bien? —Reconocía esa voz, Sam. Sin dudarlo me aferré con fuerza a él, derramando lágrimas, no podía dejar de hacerlo.
—Ha..Harry.. él.. —Solloce sobre su pecho.
—Mejor no hables.. —Susurró y acarició mi cabello— Iré a dejarte a casa, ¿Sí?
—Pero.. —Dije entre sollozos— Acabo de conocerte..
—Confía en mi. Soy un buen amigo de Greasse, no te preocupes..
—Claro.
Llegamos a casa, no había bebido nada de cerveza, bebida o algo por el estilo. Dos horas en aquella fiesta —Aunque parecía haber sido menos tiempo— y tampoco había bailado.
—Gracias Sam. —Sonreí— Eh hecho un gran amigo ésta noche, al menos.. ocurrió algo bueno —Reí.
—Y yo me gané tu amistad —Sonrió. Rayos, era adorable, pero nadie supera al tierno de Niall.
—Adiós. —Besé su mejilla.
—See you later.. —Susurró a mi oído.
Bajé del vehículo de Sam y me adentré en casa, el lamborghini aún no estaba allí y eso solo significaba una cosa, Liam no llegaría hasta muy tarde a casa.
Me tiré sobre la cama y las lágrimas brotaron nuevamente, maldición, aquellos sonidos horribles no salían de mi cabeza y aún dolía mi cintura por el fuerte agarre de ese mal nacido.
Minutos después caí en un profundo sueño, dejaría de pensar en eso por unas horas, claro que lo haría.
—Jane... —Oí que alguien me susurraba— Jane, despierta.
—¿Eh? —Desperté de golpe, tallé mis ojos y visualizé la figura masculina que se encontraba ante mis ojos— ¿Qué haces aquí? —Dije con el ceño fruncido—¬ ¡Fuera!, ¡Vete ahora!, ¡No te quiero en mi casa! —Grité pero Harry tapó mi boca.
—Silencio. —Ordenó— Tú madre despertará. —Mordí su mano y la quitó de inmediato
—¡¿Y qué?! —Exclamé— ¡A ella no le importa mi vida!, a nadie le importa.. —Susurré mis últimas palabras— Deberías ir con Summer, a su cama tal vez —Sonreí cínica— Oh, alto, vienes a decirme una mentira. —Reí.
—Yo.. —Comenzó a tartamudear, sus palabras no continuaron luego del “Yo..”.
—Sal de mi habitación, eres un idiota. —Hablé enfadada, estaba.. ¿Celosa?, sí, Celosa.— No.. no es lindo mentir.. ¿Sabes?. —Comencé a liberar aquellas estúpidas lágrimas que odiaba.
Llevé mis manos a mi rostro y oculté mis ojos bajo ellas, pero Harry me rodeó con sus brazos, él me estaba abrazando.
—Lo siento, no sé por que lo hize.. —Susurró a mi oído y yo rodeé su cuerpo con ambas extremidades, haría un océano si continuaba llorando así.
—Porque eres un estúpido, porque eres uno de aquellos chicos que tienen sexo con la primera chica que se les presenta a los ojos, porque eres ciego. ¿No notaste mi presencia cuando entré? —No habló— Oh, claro, —Dije cínica mientras me alejaba de él, mis ojos rojos daban el toque de zombie a mi rostro— estabas muy ocupado dándole placer con Summer en su feminidad. Ahora fuera de mi habitación. No sé como entraste y tampoco me importa —Ví el reloj— Son más de las tres de la madrugada y estás aquí. —Fruncí el ceño— ¡Fuera! ¡Ahora!.
—No me iré de aquí. —Completó serio.
—Llamaré a la...
No logré terminar la frase, ¿Por qué?, sus labios estaban sobre los míos, moviéndose con lentitud y con total coordinación. Cerré mis ojos y con ambas extremidades rodeé su cuello, Harry se fué acercando cada vez más hasta dejarme acostada sobre la cama, no podía articular palabra alguna, me estaba dejando llevar por aquel beso.
Sus labios eran suaves y tenían un sabor único, nada de alcohol en ellos.
—Jane... —Susurró y ahora se encontraba sobre mi, claramente dejándo algo de espacio para que no me aplastase con su cuerpo— Te amo a tí.. entiéndelo de una vez por todas.. —Completó. Allí, entré en razón, lo alejé de mi y tapé mis labios con mi mano derecha.
—No es más que otra mentira, lo sé. No quiero salir lastimada nuevamente. — Hice una pausa— Fuera de mi habitación o llamaré a la policía. —Dije con la mirada hacia otro lugar.