Goodbye || Kim NamJoon ||

EPÍLOGO

Cansada, estoy cansada de dar vueltas una y otra vez a los mismos pensamientos.

Iré, eso haré.

Me levanté de mi cama totalmente decidida y caminé hasta mi closet abriendo así rápidamente éste, topándome de frente con aquella pequeña y dorada cajita.

Es hora de utilizar mis tan preciados ahorros, sé que lo valdrán.

[...]

— ¡Dime ahora mismo dónde te encuentras Melany!— una ligera mueca se impregnó en mi rostro. Tal vez, si.. olvidé avisar a mis amigos.

— Tranquila, no te alteres— dije, con eso bastó para que se pusiera peor.

— ¡¿Cómo quieres que no me altere si desapareces de un momento a otro?!

— Sshh, compórtate— escuché a una tercera voz unirse, JungKook trataba de calmarla. Reí leve— Hola Mel— saludó.

— Hola Kookie— devolví feliz de escucharlo.

— Yo estoy hablando con ella, largo de aquí— volví a reír pero ahora por el comentario de mi amiga.

— La estás regañando Jessica— contradijo mi amigo con obviedad. Solo oí un bufido después de parte de ella.

— ¿Estoy en altavoz?— cuestioné.

— Si— respondieron al unísono.

— Tomé una decisión— comencé.

— ¿Qué?— aquello salió de mi amiga, estaba algo confundida podía darme cuenta.

— Iré a él— informé— Ahora mismo estoy en el aeropuerto.

— ¡¿Que harás qué?!— Jess no tardó mucho en volver a alterarse.

— Me alegro, pequeña. Ve a por tu hombre, sé que has estado mal desde que se marchó por segunda vez. Así que si esto te hace feliz, cuenta conmigo, ¡fighting!— sonreí por el apoyo que me brindó JungKookie— ¡Auch! ¡Duele!— lo oí quejarse casi enseguida. Jessica. Rodé los ojos divertida.

— ¿Todo bien?— pregunté.

— Si si, Jess que no controla sus impulsos agresivos— aclaró Jeon.

— ¿Harás tal locura?— ahora fue Jess quien habló.

— ¿Estoy mal?— dudé, comencé a cuestionarme a mí misma si en verdad estaba haciendo lo correcto.

Tardó unos segundos antes de contestarme— No, no está mal seguir a tu corazón. Hazlo— sonreí.

— Gracias a ambos, los amo— la voz en el parlante me indica que es hora de abordar el avión— Me tengo que ir, mi vuelo ya sale. Perdonen por no avisar antes, regresaré pronto.

— ¡Suerte!— ánimaron antes de colgar.

...

De acuerdo a la fuerte y dura investigación que realicé ayer, y si no me equivoco, debe de ser allí.

Me levanté del sofá, tomé mi bolso y salí velozmente del apartamento.

(..)

Bajé del autobús. Mi única guía era el celular.

Esto es una locura, una gran locura.
Pero como diría mi abuelita; la vida está para vivirse y disfrutarse al máximo.

Apagué mi móvil cuando estuve frente a aquella residencial.