Capitulo 23- Cueste lo que cueste

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-Hola... se que te he olvidado, se que en algunas ocasiones he dicho que no existes y que he cometido errores imperdonables, muchos pecados en si... pero solo te pido... si me estas escuchando, si hay un Dios, si hay alguien allí arriba que me este escuchando y que esto no sea en vano solo pido que la salves permite que pueda tenerla conmigo...- ahogo un quejido que de mi garganta trata de salir y prosigo-No dejes que muera o que algo grave pase...

Me levanto del descansillo que tiene la banca, dejo de estar de rodillas y hecho un último vistazo a la imagen del Jesus que esta al frente con sus manos estiradas antes de salir de la capilla que tiene el hospital...

Han pasado cuatro horas desde que llegamos con Ainoah casi muriéndose al hospital mas cercano...

Después de que Marcus le disparara a Ainoah, él empezó a disparar a los autos y a los escoltas de Hunter, algunos quedaron heridos y otros como por ejemplo Jareth le dio a Marcus en su hombro, haciendo que tirara el arma sacando ventaja para que dos escoltas lo agarraran de nuevo, pero ya era muy tarde, Ainoah estaba en el suelo desangrándose en mis brazos, mientras Greta sujetaba su cabeza, a los únicos dos autos que habían le dio en sus llantas, se nos hizo imposible irnos y la ambulancia llegó 30 minutos después de que la llamáramos, ahí no tenia esperanza de que Ainoah viviera.

El doctor que entró con ella de emergencia salió pocos minutos después de haber entrado diciendo que había perdido mucha sangre por lo cual necesitaban un donador afortunadamente Greta y yo tenemos el mismo tipo de sangre, así que no esperamos mucho para hacernos la transfusión, luego de eso nos dijo que conserváramos la calma... ¿Como puede decir que mantengamos la calma? Es mi novia la que esta ahí dentro con un respirador artificial y muchos cables pegados a su cuerpo, o eso fue lo que vi cuando venia junto a ella en la ambulancia y los médicos le ponían todas esas cosas, luego de escuchar la estupidez que dijo vine a la capilla.

Camino por el pasillo de emergencias hasta visualizar a Greta con Jareth al cual esta abrazando, justo donde los deje sentados en las sillas que hay en la sala de espera, Greta ha dejado de llorar, me duele mi pecho al recordar como horas antes la cara de Ainoah se transformaba completamente por el dolor, abriendo sus ojos demasiado, clavando sus uñas en mi espalda y luego cayendo de rodillas, mientras en mis manos se escurría su sangre y sus ojos se iban cerrando lentamente...

Despejo mis pensamientos de la imagen que nunca me voy a poder sacar, de algo que yo tuve la culpa, de una tragedia que fue inevitable, de la cual me hubiera interpuesto yo entre esas balas y ella, llego hasta donde están y me siento al lado de Greta, pongo mis codos en mis rodillas y mi cabeza la atrapo con mis dos manos, al instante siento su mano en mi espalda subiendo y bajando...

-Jordy... el medico salio de la sala- dice y mi atención se va a ella, me siento bien y la miro a los ojos, su voz es ronca de tanto llorar y sus ojos se llenan de lagrimas de nuevo- Las balas... atravesaron su parte de  médula espinal...

-¿Que...?- me imagino lo que quiere decirme con eso, miro a Jareth y este baja su cabeza mientras cierra sus ojos

-Es muy probable que Ainoah... que ella... - le cuesta hablar y algunas lagrimas se derraman por mis mejillas- es probable que ella pierda la sensibilidad... ella puede quedar paraplejica, Jordy

-No...- mi voz no sale de mi garganta, mas lagrimas salen de mis ojos, es mi culpa- Todo esto es mi puta culpa...

-No es tu culpa, Jordy- la miro a su rostro, unas cuantas lagrimas vuelven a salir de sus ojos pero las limpia- Ella esta bien, solo falta que despierte y ver como reacciona

-No quería enredarme con ella, no quería que fuera cercana a mi, ahora por mi culpa esta pasando esto- digo rápidamente mientras Greta niega con su cabeza y me trata de calmar- Marcus lo dijo... él dijo toda la verdad y esto es mi culpa al igual que la muerte de Sara es también mi culpa

TENTACIÓN                                           No te enamores del asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora