Capítulo 3

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Casi corriendo, subiendo torpemente las escaleras y con los ojos rebosantes de lágrimas, Odette fué a la habitación. Sentía romperse y contando con ésta ya era la cuarta vez que no pudo. Ansiaba tanto poder conseguir aquello que tanto deseaba, pero otra vez no, no se pudo.

En una de las inncontables consultas que había tenido con su doctor, que lo había sido por todo este tiempo que llevaba en el tratamiento, juntando ya todas aquellas pruebas de fertilidad a las que se había sometido, exámenes, análisis, etc. El doctor había asegurado que no existía problema alguno con Odette, que así como estaba y en ese entonces con sus veintidos años de edad estaba completamente lista para poder intentarlo y que con todas aquellas pruebas con resultados bastante positivos a primera vista, no habría problema alguno para nada. Pero no fue así.

No fue como lo planearon y Anthony ya se había dado cuenta, desde hace tiempo veía como cada día las ansias eran cada vez mayores pero las posibilidades decaían lo que aumentaba su miedo a que por una cosa como aquella no pudieran ser felices. Y todos aquellos días que pasaron hasta transcurridos el decimoséptimo mes se habían vuelto, por lo menos para él; como un camino sin fin en medio de una noche oscura, pero Odette era la luz que lo guiaba y entonces por ella seguía caminando, pero ésta ya era la cuarta vez que no pasó, simplemente no pasó y lo peor de todo era que no sabía como poder explicarse el porqué. 

Aquella mañana en la que habían ido al consultorio del doctor, entre ir y volver sumando aquella discusión que habían mantenido, apenas eran las 9:15 de la mañana y Anthony no iba al trabajo sino hasta las 10:00 así que aún le quedaba tiempo para pensar un poco, aunque tuviera que hacerlo solo en ese momento y por un lado era lo mejor que podía hacer. Pensar. Y lo que pensaba era en buscar explicaciones de alguno u otro modo porque no quería nada más quedarse así. Entonces llamó al doctor.

Lo había llamado directamente al número personal del doctor, que casi al instante tomó su llamada como queriendo dar sus disculpas por algo que tampoco era culpa suya. Seguidamente Anthony lo saludó, se disculpó por la forma en que salieron del consultorio horas antes en la mañana y por ni siquiera haber escuchado las explicaciones que inútilmente intentaba darles el doctor. Y le pidió que ahora si podía, le explicáse por teléfono.

- Yo realmente no sé como decirlo, es algo muy raro; tú que has acompañado el tratamiento sabes que paso a paso que han dado lo hemos hecho con precaución.. pero ella no tiene ningún problema, no hay nada aparte de que su cuerpo no es capaz de lograr llevar a cabo el embarazo por motivos que no comprendo... no podría ser otra cosa sino su edad, es joven aún y hay mujeres que no son fértiles completamente sino hasta cumplidos los veinticuatro a veintiocho años, son casos raros pero los hay... -dijo el doctor como explicación.

- Lo sé, yo he ido a todas las consultas y me consta que no está enferma de nada, que no tiene nada. A menos que el problema sea yo... ¿Cree que sea eso? -dijo Anthony al doctor,  con algo de preocupación. 

- No lo creo, ambos se hicieron las pruebas y si hubieras tenido algún problema se habría sabido ya desde entonces, pero no había nada y lo repetimos hace apenas tres semanas.. lo siento. -dijo el doctor.

- Si, lo sé.. no es su culpa, lo llamaba solo para disculparme y para que me aclarara ciertas cosas.. espero no haberlo incomodado. Gracias.. -dijo Anthony.

- No tienes porqué agradecer, solamente estoy cumpliendo con mi trabajo hasta el punto que pueda. -dijo el doctor.

- Si, me consta que eso es lo que hace y ahora que puedo, deseo agradecerle por todo el soporte que nos ha brindado en todo este tiempo, que ha sido cualquiero cosa. -dijo Anthony.

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⏰ Última actualización: Sep 27, 2014 ⏰

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Doble Rol. (Novela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora