Hay lugares donde no llega la luz..
Y no me refiero a luz, en idea a la iluminación. La luz puede ser adaptada a otros significados como el amor, la paz, el cariño, una vida tranquila.
Yo vivo en un lugar donde no hay luz, amor, cariño, no tengo una vida común.
Pero antes.. antes no era así, vivía con mí madre, no era la mejor, pero me apoyaba en lo que podía o quería, mejor dicho.
Para explicarme mejor tendría que remontarme a unos.. 5 años atrás, cuando debute en la industria literaria tras un incidente.Recuerdo pasar horas escribiendo, de día y de noche, era mí pasión. No tenia muchos medios para exponer mis historias, ya que mi madre no tenía confianza en la tecnología (ya sea wifi, computadoras, teléfonos, entre otros) ni mucho más. Por lo cual, escribía mis pequeñas novelas en cuadernos, que escondía bajo mí cama por temor a que mí madre viese que sucedía en la mente de su única hija. En ellos escribía historias irreales, en donde pintaba la realidad de color rosa con matices de gris, pero sin llegar al negro. Escapaba de mí realidad aislada e iba al mundo de ensueño donde todo era posible.
Hasta.. que un día, tuvimos que mudarnos. Ella decía:
"-tu padre no nos da ni una moneda, así no podremos ni comer" lo repetía constantemente. Yo no entendía a que se refería, yo tenía monedas en mí alcancía, aunque no habían sido otorgadas a mí por mí padre. A él no lo veía desde mis 5 años, y ya tenía 13.
En la mudanza, mí madre me ayudó a guardar mis cosas, lo que provocó su encuentro con mis cuadernos.
"-que son? Por qué estaban escondidos?" No sabía que contestar, mí madre podía ser muy autoritaria a veces, y en el abuso de su poder, y de no respetar mí intimidad, leyó lo que había escrito desde mis 10 años. 3 años de escritos ocultos bajo mí cama, expuestos a la luz, bajo la mirada curiosa de mí madre.
Una semana. Eso fue lo que le tomó leer los 12 cuadernos que tenía repletos con mis mayores deseos mezclados con textos poéticos y endulzados para una lectura fluida.
Ella se veía sorprendida, no creía que su hija fuese capaz de escribir tales cosas, esperaba me pegase o hiciera algo que me lastimarse, pero no fue el caso.
Sonrió, "-no creí que fueses tan talentosa!" Se la veía emocionada.
Su creencia en mí potencial, conllevó a presentar mis escritos (o por lo menos lo que fue el primer libro que redacté) a varias editoriales. Críticas, eso recibimos, aunque fueron constructivas. En base a lo que nos dijeron, mí madre me pidió arreglarlos, mejorarlos a la narración que tenía actualmente, así poder presentarlos de nuevo.
Segunda vuelta por las editoriales. Hubo varias que se interesaron. Pero mí madre estaba empeñada en una, la más reconocida mundialmente. Decía que mí talento merecía esa editorial, que "nuestro" trabajo debía dar frutos.
"Perbót" se llamaba la editorial, tenía sucursales en todo el mundo, traducía libros en más de 1.500 idiomas diferentes junto a sus variaciones.
Nos presentamos ahí, era lunes, lo recuerdo por lo triste que se veía el día. La secretaría nos miró de pies a cabeza y nos dijo de mala gana:
"-que decean?"
Mí madre, en pos de mantener su sonrisa y no salir de sus estribos, dijo:
"-quisieramos hablar con el dueño de la editorial, o quién esté a cargo aquí, lo que llevo en mis manos.." mí madre tenía un manuscrito hecho a mano de lo que había imaginado y relatado por tanto tiempo en sus manos "..es una obra maestra!"
Incrédulamente, y con su mejor falsa sonrisa, dijo:
"-claro, el las atendería si tuvieran una cita"
A esto mí madre género un escándalo, ya que ella no tenía de dónde refutar su falta de tecnología por la que pudo haber pedido un cita.
No sé si por milagro, destino, o mala jugada, aparecio el dueño de la sucursal de la editorial.
"-que es este escándalo, Julieta?
-nada, señor, está señorita está tratando de hablar con usted sin una cita programada"
El hombre miro a mí madre, no sé qué pasó por su cabeza, pero respirando profundo dijo:
"-hagala pasar a mí despacho"
Julieta, como dijo el señor, quedó anonada.
"-parece le llamaste la atención, que suertuda es usted"
Toco un timbre y se abrió una puerta, "pase por ahí y siga hasta el final del pasillo" fue lo único que dijo.
Mí madre con la frente en alto, pasa hacia donde dijo la muchacha y entra a la oficina del señor... "Penter" y se sienta junto a mí en los sillones puestos frente a un gran escritorio, repleto de manuscritos impresos.
Me sentí intimidada, el mío era escrito a mano y mí caligrafía no era la mejor de todas. Aunque el señor nos atendió muy amablemente, pidiendo disculpas por el comportamiento de su asistente.
"-y que tienen por aquí?" Dijo mirando lo que llevaba mí madre en manos.
"-es el trabajo de mí hija, espero lo lea"
Lo tomo entre sus manos, hizo una mueca ante su presentación tan pobre, pero igual lo leyó. O por lo menos en inicio.
Sus ojos se iluminaron un poco, o eso crei ver.
"-si.. si.. tiene potencial, déjeme su dirección, por favor, así mandarle una carta cuando termine de leerlo"
Eran 360 páginas, masomenos, claramente no iba a terminarlo en un rato.
Alegremente mí madre escribió nuestra dirección en una hoja y se la entrego al señor Penter, para luego despedirse e ir conmigo de la mano hacia la salida.
Ahora sólo quedaba esperar.
No fue muy larga la espera, en 5 días ya teníamos la respuesta.
Mí madre estaba nerviosa respecto a leer lo que se hallaba en ese blanco sobre. Entonces yo lo abrí, y leí que decía dentro del mismo.
Habían aceptado mí historia..
Era algo irreal. No me lo esperaba.
Cuando mí madre tomo la carta, note que tras la misma había un apunte en lapicera verde, parecía un número.
"-madre, mira tras la carta"
Dio vuelta la carta para luego poner cara de sorpresa, ella no se esperaba eso.
Pasaron meses, mi libro salió en las librerías, según parecía las ventas eran altas. Pero lo que más llamaba la atención de esto, es el cómo mí madre empezó a salir más. Según parecía, era el señor Penter, ahora dando a conocer su primer nombre, Valentín, el que sacaba a mí madre de la casa durante las tardes y la devolvía en las madrugadas.
Estaba feliz por ella, no todos los días tu madre se encontraba tan feliz de la vida.
Pero.. está felicidad no se transmitía a mí. La gente me acosaba, a veces golpeaban la puerta, dejaban notas, yo no las leía, me daban miedo. Hubo una vez en que rompieron la ventana y el ladrillo tenía una nota.
"-son fanáticos.." decía Penter "..a veces no se expresan de manera muy adecuadas"
Le creí, enserio lo hice, pero los fanáticos no eran algo que fuese bueno si llegaba a extremos de obsesión..
Mientras mí madre iba publicando mis obras en orden de creación, yo iba quedando cada vez más alejada de su cuidado, solo se preocupaba por el dinero y estar con el señor Penter. Había veces en las que pensaba en tomar mis escritos e irme, pero no tenía dónde ir, ni amigos había logrado hacer..
Hasta que un día.. o más bien una mañana, una señora toco la puerta, decía que era fan mía y que quería hacerme una entrevista. Viendo que parecía una periodista, la deje entrar a mí hogar, sin saber que iba a suceder...--------------------------------------------------------
Bueno almitas! Este es el primer capítulo.
Espero les haya gustado.
Hasta la próxima!
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Sin luz
Mystery / ThrillerEscribir era mí pasión Pude sacar provecho de la misma. Pero.. el reconocimiento por parte de la gente.. a veces es malo. [18/5/19]#813 en literatura