A sus pies se encontraba el Rey de la Noche, ahora convertido en tan solo pedazos de hielo. Aún no podía asimilar lo que había ocurrido, lo que había hecho. La adrenalina de la batalla estaba abandonando su cuerpo dándole paso a el dolor y el cansancio acumulado pero en cuanto levantó la mirada y vio a su hermano menor sonriéndole parte de la adrenalina volvió ayudándole a ponerse de pie y caminar hacia él. Sabía que debía estar aliviada y contenta pero se encontraba enojada, la larga noche había sido vencida pero con ella se había llevado a varios guerreros que lucharon hasta el último aliento por su hogar y los vivos, Theon Greyjoy era un ejemplo de esto, a pesar de los problemas anteriores que había tenido con su casa había defendido a Bran aun sabiendo que eso le costaría la vida. La pequeña Stark había llegado justo tiempo para ver al Rey de la Noche arrebatarle la vida al joven Greyjoy, se había quedado observando todo en silencio buscando el momento perfecto para atacar pero cuando su hermano ya estaba en inminente peligro todos sus pensamientos abandonaron su mente dejando que los dioses decidieran que hacer con su vida.


—¿Lo sabias? —a veces una pregunta podía tener cientos de respuestas y querer tenerlas todas al mismo tiempo. No sabía porque su voz había salido tan enojada, sus años junto a los Hombres sin Rostro le habían enseñado a controlar sus emociones, a mantener una máscara, pero el acabar de matar a la reencarnación de la muerte había derribado parte de esa máscara.

—Sabía cómo iba la guerra, sabia quienes morían y quienes todavía seguían luchando, sabía que el Rey de la Noche estaba cerca, sabía que ganaríamos a pesar de como iban las cosas, pero no sabia que ibas a ser tu. —a pesar de que su vista estaba sobre ella tenía la mirada perdida, solo la pequeña sonrisa en su rostro lo hacía parecer más humano y menos una máquina. —Ahora que puedo verlo es tan obvio, te has estado preparando para esto desde que Jon te dio a Aguja e incluso desde antes de eso.

La mención de su hermano mayor hizo que se le estrujara el corazón, habían pasado tanto tiempo separados y lo había extrañado tanto que el pensar ahora en volver a perderlo hacía que todo el cuerpo le doliera. Necesitaba saber si estaba bien, necesitaba saber quienes de su familia todavía seguían vivos.

—Están a salvo. —la voz de Bran la sacó de sus pensamientos.— Jon y Sansa están viniendo hacia aquí.

La sonrisa de alegría en el rostro de Arya desaparece igual de rápido que apareció al escuchar las palabras. Estaba feliz de que sus hermano estuvieran a salvo pero no estaba preparada para sus preguntas. No había matado al Rey de la Noche para que los demás la llamaran "heroína", lo había hecho porque era lo que tenía que hacerse. Tampoco estaba preparada para que todos la observaran y hablaran de ella, ya había tenido suficiente en su niñez y cuando volvió a Invernalia como para volver a pasar por lo mismo.

—No les digas que fui yo. —su voz había sonado coma una súplica hacia su hermano menor.

—No puedo mentirles.

—Entonces diles que fue el Dios de la Muerte o Nadie. —sus años de entrenamiento fueron quienes la ayudaron a mantenerse con vida y ganar la batalla, era oportuno que tuvieran el reconocimiento que ella no deseaba.

—Ambos sabemos que me pedirán un nombre.

—Arry. Si quieren un nombre dales ese —aquel nombre ya la había salvado en el pasado, fue la primera persona en la que se convirtió dejando atrás a Arya Stark. —pero por favor Bran, no les des el mio.

En cuanto pronunció el nombre de su hermano se arrepintió pensando que iba a negarse a su petición, él no se consideraba a sí mismo como Bran Stark sino como el Cuervo de Tres Ojos y ella podía entenderlo ya que tampoco fue Arya Stark por un tiempo, pero la sorpresa apareció otra vez cuando el joven inválido asintió con la cabeza, capaz su pequeño hermano no estaba tan olvidado después de todo.

El sonido de pasos acercándose hacia ellos hizo que la pequeña guerrera se despidiera con un rápido abrazo de su hermano él cual en un susurro al oído le pregunto «¿Que le decimos al Dios de la Muerte?» a lo cual ella respondió «Hoy no» con una sonrisa en el rostro antes de desaparecer en las sombras del bosque de los Dioses. 

The Wolf QueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora