Prólogo

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Mucha gente sale a la calle con la ilusión de seguir con sus miserables vidas, obtener un empleo estable, conseguir una familia, tener una casa lujosa y comprar el carro de sus sueños, pero amigos, yo, yo soy esa persona que les arrebata lo que alguna vez ellos amaron y anhelaron.


Es intangible el miedo que les provoca perder todas y cada una de sus aspiraciones, metas y sueños, pero, ¿se han puesto a pensar lo superficial que es la gente de hoy en día?

Rabia, Ansiedad, Euforia, Ira, Impulsividad, Estrés, todo esto es provocado irónicamente por la inimaginable virtud de la ignorancia.


Tener todo lo que deseas no te hace una mejor persona, al contrario, te hace detestable, testarudo, patético, no, no, nunca lo conseguirás, te quedarás estancado en el firme y solido sueño de obtener en masa, abundancia y demasía todas y cada una de las riquezas.

Porque yo, yo, yo te las arrebataré, no las mereces, no las quieres en realidad, no.

Si me preguntas a mi, que es lo que más deseo en este mundo, sería hacer este planeta un lugar mejor, si, debe de haber una balanza, un equilibrio, una persona millonaria no es mejor que la minoría, no lo es.


Me dirán degenerado, maníaco, perturbado, transtornado, psicópata, enfermo mental, pero.....

Les falta un pequeño detalle, ese detalle que no los dejará descansar el resto de sus infortunadas vidas, porque al pasar por ese pequeño y sombrío callejón, ese desdichado boulevard, verán su vida pasar por sus dos pequeñas iris, pues yo, Andrei, les quitaré lo que más estiman.....

Te imploro de la manera más humana posible, que...

Que pases por ese callejón, que me hagas ese favor de dejar a un lado tu fariseísmo, tu hipocresía y me dejes profundizar en tus deseos encarnados.

Yo, yo no quiero hacerte daño.

Solo quiero retirar de tus pequeñas y estúpidas manos eso que no mereces, que en realidad no quieres, porque sé que yo, haciendo eso, te convertiré en la persona que siempre has querido ser.


ARRIVEDERCI, querida persona sin escrúpulos, tus días de gloria terminaron, desde que yo llegué a la faz de la tierra.

BoulevardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora