Capítulo 20

459 15 3
                                    

Caly:

Unos días lejos de la ciudad, pensé que la idea iba a ser súper buena y que estaría disfrutando de toda la naturaleza pero no era así, todo absolutamente todo me recordaba a el, cada rincón de este sitio es como si mi mente reaccionara de otra manera, sabía perfectamente que algo me faltaba y me daba cachetadas mentales por ser tan estúpida, habían pasado dos días y Joel no había vuelto para buscarme, pensé que sería igual que esas historias que muchas veces leí en Wattpad donde el protagonista busca a la chica para luchar por su amor y pedirle perdón pero no me había pasado eso, había encendido el celular y las últimas llamadas y mensajes habían sido hace dos días, talvez no le importaba lo suficiente como para buscarme y si le pasó algo, pensaba mientras veía jugar a Mathi frente al lago, sin duda era el único que la estaba pasando de lo más genial

-mi pequeña modelo- dijo mi abuela sentándose justo a mi lado - que te tiene tan pensativa - pregunto curiosa -es por Joel

Había decidido no contarle nada a ella, había quedado con la idea de que necesitaba unas vacaciones lejos de la ciudad y por la enfermedad de Mathi le vendría bien, mi abuelita y Joel siempre se habían llevado bien a diferencia de mi madre, ella miraba a Joel cómo otro nieto más, ambos apasionados por la música, incluso se ponían a cantar juntos mientras yo preparaba algo para comer cuando la visitabamos. Mi abuelita era una persona muy solitaria, vivía sola y jamás le gustó vivir en la ciudad junto a nosotras, desde la muerte de mi abuelito ella juro que jamás se iría de esta casa hasta que la muerte lo llamara y nadie se opuso a eso, mamá y yo la visitabamos cada fin de mes y pasaba los mejores días de mi vida.

Su celular empezó a sonar y con una enorme sonrisa respondió, después de unas cuantas palabras se alejo lo suficiente para que yo no escuchará, no le tome importancia, talvez tenía algún galán del cual aún no quería hablar y yo no era quien para exigirle

La tarde paso de lo más rápido, Mathías quedó super exahusto de tanto jugar, y yo por mi parte no podía sacar a una persona de mi cabeza

-estúpido Joel - grite

Me cambié de ropa para dormir, me costó pero finalmente lo hice, despertando por los rayos de sol que me llegaban justo a la cara me pare de mala gana, definitivamente hoy me iría, no lo estaba pasando pars nada bien, iris hablar con Joel y ver que pasaba, no eran mis ganas de escucharlo simplemente de verlo quería verlo moría por eso.

Baje a paso lento dirigiéndome hacia la cocina Encontrándome a mi abuela totalmente arreglada para salir

-talvez iría con la persona que la llamó ayer- pensé

-mi pequeña, buenos días, qué bueno que despiertas, hoy en un día muy bonito no crees--dijo realmente alegre

Sabía que algo ocultaba pero no quise preguntar, mi abuela era mala ocultando cosas

- lo es-respondí sirviéndome un vaso de jugo

-saldré - me dijo aunque claramente ya lo sabía

-mami, yo también, iré con la abuela Aby- dijo mi pequeño hijo corriendo a abrazarme

Los quedé mirando, no tenía ganas de salir y justo hoy nos íbamos pero vi la cara de ilusión que tenía mi hijo y no podía decir que no

- bien iré a cambiarme- dije levantandome de la silla

- NO! -grito mi abuelita -es decir... - dijo nerviosa -había pensando en una salida abuela y nieto bueno bisnieto - dijo aligerando sus palabras

-Oh, entiendo -dije curiosa-es lindo que hagan planes sin mi -dije burlona - divertanse - bese la frente de mi hijo y me despedí de la abuela.

Se levantaron rápidamente saliendo por la puerta como si de eso dependiera su vida, solté una risa y subí a la habitación para tomar una ducha

Me despoje de toda mi ropa, relajandome por el agua que caía en mi cuerpo, no estuve consiente del tiempo que estuve adentro pero por ver la hora había sido demasiado, me seque y me puse una blusa de tirantes y unos diminutos shorts si bien me llegaban a mitad de nalga no me importaba el calor estaba insoportable y no había nadie en casa

Baje a preparar un poco de comida, no sabía a que hora llegarían así que hice una comida ligera, haría una limonada, pero justo cuando iba a poner a cortar los limones cayeron al suelo, bufé y me agache para recogerlos todos, pero uno volvió a caer, me agache y la voz de alguien se hizo presente

- mierda...- dijo una voz de hombre que conocía perfectamente - si se vuelve a caer otra vez no te agaches o perderé la cordura -soltó con la voz un poco exitada

Me pare rápidamente sin voltear a verlo, estaba en shock pero me arme de valor y entonces lo hice

Ahí estaba, vestía un pantalón pegado, una camisa de cuadros roja, una botas negras y una gorra si bien el conjunto era casual para un rancho pero en el se veía extremadamente perfecto, no disimule en verlo, lo extrañaba pero no iba a decirle eso, aún no entendía como había entrado y que hacía aquí, si bien estaba emocionada quería escucharlo.

- que haces aquí-por fin articule las palabras - cómo entraste - pregunte

-resulta que tuve un poco de ayuda -dijo enseñándome las llaves de la abuela, y ahora todo tenía sentido, la llamada era Joel, y lo de salir era una escusa para dejarnos solos - y estoy aquí por ti, vine a buscarte Caly por qué eres el amor de mi vida, tú y Mathi - soltó y mi corazón empezó acelerar de una manera alocada - estoy aquí para recuperarte -- dijo acercándose a mí y yo ya había perdido la noción del tiempo, la loción de su perfume inundó mis sentidos del olfato

-como... Cómo supiste que estaba aquí- tenía tantas preguntas que hacerle

-resulta que - dijo acercándose a mí rostro - tuve otra ayuda- dijo muy cerca de mis labios, no iba a caer, se estaba acercando más y pense que la única persona que sabía era mi madre, imposible ellos se llevaban mal y como si adivinara lo que estaba pensando -tu mamá - dijo alejándose para retroceder pasos y mi alma volvió a mi

- Perdoname - dijo mirándome a los ojos y caí en cuenta que aún seguíamos sin hablar de lo sucedido

-un perdón no soluciona nada Joel - dije tratando de sonar firme pero lo que quería justo ahora era lanzarme a sus brazos y que me hiciera el amor justo en esa mesa

-lo se, pero es importante para mi, por eso vine hasta aquí, para explicarte todo, para decirte la verdad -dijo volviéndose acercar a mi -dime que me escucharás porfavor - dijo cerca de mi mejilla

-bien, escucharé todo lo que tienes que decir- camine hacia la sala sentándome en el sofá, el simplemente quedó parado viendo hacia un lugar donde... Joder me estaba viendo las piernas, había olvidado el diminuto shorts que llevaba

Rascándose el cuello hablo- nena... Creo que ... Si vamos a hablar... Podrías cambiarte - dijo cerrando los ojos

-por qué- pregunte, haciéndome la desentendida pero sabia perfectamente por qué lo decía - estoy comoda con esta ropa, hace calor Joel -dije subiendo mis piernas exhibiendo más, estaba jugando, pero quería hacerlo sufrir un rato

Lo vi tragar grueso mordiéndose los labios, se estaba conteniendo lo sé y la verdad yo también, lo había perdonado desde que lo vi parado en la cocina, solo por el simple hecho de venir hasta aquí, recordé la historia que una vez me contó mi madre, pero aún así quería escucharlo.

-Caly princesa cambiate-dijo calmado

-estás bromeando-pregunte

-crees que esto sea una broma -dijo señalando su entrepierna y mirando hacia otro lado, y joder por qué estaba tan excitado

Eso era mucho para mí, sin decir una palabra subí directamente hacia la habitación para ponerme un pantalón que me quedaba flojo y era fresco, regresé encontrándolo sentado con la cabeza apollada en el respaldo del sofá

-Bien te escucho -dije de sentándome en el sofá frente a el

Un suspiro salió de sus labios, sabía que estaba nervioso lo conocía perfectamente. Y adecir verdad ahora ya no quería escuchar nada, no sabía si lo que escuchará me iba a gustar o no.

Una Segunda Oportunidad || Joel Pimentel || TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora