Una Segunda Oportunidad || Joel Pimentel || Terminada

Capítulo 2

—tanto tiempo joelin—dijo Yoandri enrrollando sus brazos en el cuello de Joel

A él no le molestaba, sabía las preferencias sexuales de yoyo y no estaba mal con eso, siempre era así

— Sabes estoy enojado contigo, solo a ti se te ocurre no invitarme a tu boda, Caly me adoraba creí que sería su dama de honor— dijo derrepente, lo que lo hizo poner tenso.

Johann lo notó y sabía exactamente por qué aunque Joel quisiera negar, sabía perfectamente que aún la quería, ese era el motivo del porque no se había divorciado

—fue algo pequeño— dijo sirviéndose un trago

—De igual manera me hubiera encantado verla, iré mañana si no tienes problema

—Claro, eres bienvenido

Siguieron charlando y la pequeña reunión se había agrandado, había demasiadas personas que no conocía realmente…

—dímelo papi—entro el rizado abrazando a Joel—ella es Emi, dijo Zabdiel atrayendo a una hermosa chica—es una amiga de la academia, el es Joel, Johann, yoyo, amigos— dijo de igual manera presentandolos

La chica no dejaba de ver a Joel y eso a el lo incomodaba pero no iba a decir que estaba mal, siempre era así en fiestas terminaba en cualquier habitación enrrollandose con alguna chica….

Joel:

La chica no dejaba de verme, a decir verdad yo tampoco, era bella, y estaba bien para un polvo, jugaba con el anillo de bodas, no me lo quitaría siempre lo traía puesto para omitir toda clase de relación, estaba por ir tras la amiga de zabdiel cuando un mensaje me llegó de repente, era Caly, raro ella jamás me enviaba mensajes…

Caly:
Necesito que vengas, es urgente, Mathías está mal, te llamé pero no me respondiste, estamos en el hospital… ven lo más pronto.

Tenía razón habían más de 100 llamadas, mierda dije entre mi, tengo aliento a alcohol… sin más me despedí de mis amigos saliendo y arrancando el auto, mi hijo siempre estaba primero.

Llegue al hospital, vi a Caly sentada en las sillas de esperas
—Que pasó?—- dije algo agitado

—no lo sé… estaba dormido y de la nada empezó a respirar feo, cómo ahogándose— dijo llorando, jamás la había visto así, y no podía ser una mierda, sin más la abrace, la cual me tomo desprevenido cuando enrrollo sus brazos llorando mas

—Todo estará bien— le hice saber abrazandola más, sintiendo una extraña sensación en mi cuerpo, no la había abrazado desde lo sucedido y diablos se sentía de lo más bien—tengo miedo—me dijo un poco más calmada

Familiares de Mathías Pimentel- dijo una enfermera—

—Aquí —dijo soltándose de mis brazos— cómo esta mi hijo?

El doctor vendrá enseguida, por favor guarden la calma—dijo sin más retirándose