los dias consecutivos despues, fueron atormentantes, mi cuerpo estaba siendo expuesto a duras tareas, a inyeccciones extrañas y mucho dolor, como recuerdo ese sentimiento que mantenia viva mientras todo eso pasaba, el rencor era mi dia a dia, verla luz no me fue permitido asta las quinta semana donde pude salir un poco a una especie de circuito fuera del lugar, alprincipio los opstaculos me fueron imposibles pero creo que esas cosas que me inyectaban de alguna manera reforzaban mi cuerpo debil, me senti poderosa al poder porfin supera la carrera de esos obtaculos, pero en el fondo sabia que algo andaba mal, no era normal que de la nada yo pudiesee lograrlo.
-recuerdos borrrosos empiezan a nublar mis pensamientos, a este punto no puedo rememorar mas, quiza solo una estela del momento donde vivia con ese anciano cascarrabias no fueron los mejores eso puedo asegurarlo pero... aun asi vale la pena contar un poco mas del instante donde cruze la barrera que definiria quien soy -3 meses despues el me llevo de ese lugar, me conto que desde ese instante seria mi maestro, que sufriría inclemencias para poder ser el arma perfecta ( como el viejo siempre tenia la mania de compararme con una flor, por que decia que para que esta floreciera debia marchitarse ), para ser la más fuerte de todas así fue. Pasaron los años, pasaron las estaciones, fui dejando mi humanidad atrás, aquella chica que una vez sonrio con travesuras, se desvaneció con cada golpe, cada regaño,cada corte, se fue quebrando como mis huesos, con el tiempo deje de llorar, me volví dependiente del cigarro, me valía si mi apariencia era apropiada, ni hablar de mi alimentación, solo me concentraba en volverme cada día mas fuerte, a la edad de 18 años perdí los recuerdos de mi antigua vida he iniciaba una nueva etapa, a esta edad las portadoras de dones especiales que fueron asignadas a maestros especializados volverían al cuartel para seguir con su entrenamiento en un ambiente mas hostil, por la competencia que había entre todos, en general siempre luchaban por ser el mejor, habiendo perdido casi toda la humanidad que quedaba, esto solo era el refuerzo para cerciorarse, je, malnacidos
Mi maestro que cuido de mí, en parte le estaba agradecida por ello, se volvió más viejo e inútil para la organización, así que antes de partir hacia el cuartel me llegó un comunicado vía fax, uno que siempre estaba alado de mi cómoda en el sótano, era frio ese lugar pero para lo que era mi existencia estaba bien, me había acostumbrado a las cosas mínimas, me era molesto las comodidades exageradas, al momento de leer lo que estaba escrito, mi corazón comenzó a estrujarse de manera extraña, ¿Sentí acaso dolor? Si era así, significaba que ¿Tenía un lazo con alguien que me había hecho sufrir hasta el cansancio?, ¿Por qué digo esto? ¿Por qué yo de entre todas las personas de la organización fui seleccionada para quitarle la vida a ese viejo de mierda?, mis lágrimas corrieron después de tantos años mientras seguía leyendo, al parecer era una prueba para medir que tan sangre fría podía llegar a ser, estrujé el papel con tal fuerza que este se fue despedazando, no podía llegar a creer lo que leí, era algo tan enfermo, ¡agh! odiaba todo lo relacionado con ellos, pero que otra quedaba, seguramente si no lo hacía acabarían con mi vida, todo lo que había logrado se hundiría, no me podía dar ese lujo, así que tome con nerviosismo la katana que mi maestro me había dado, grande cual sable pero delicada, con un mango llenos de inscripciones de antepasados, una katana tan gloriosa que en su tiempo pensaba no merecía, me volvió ese pensar al tener que usarla en contra de él.
—¡Por qué tengo que ser yo, por que tiene que morir, maldita sea! —grite con la voz tan ronca que pareciera que esta se desgarraría en cualquier momento, sin dejar de mirar la katana envuelta en otro llanto incontrolable-
Al recuperar la compostura Sali del sótano y me dirigí hasta el dojo de la parte de afuera de la casa, era tan amplio el espacio exterior, tan calmado que me daba nerviosismo. Abrí las dos grandes puertas, ahí estaba el sentado con las piernas dobladas en posición de rezo, lo había aprendido bien, por eso sabia que estaba pidiendo a alguno de sus dioses algo, pensé que no me había escuchado, al acercarme lentamente con pasos temblorosos su voz se hizo presente.
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the cage of tears
Açãote as preguntado alguna vez que hay en la mente de los que arrebatan la vida de las personas? aquellos que llamas asesinos quizas tengan un transfondo mas profundo, esta historia te dara una perspectiva mas acorde a tus preguntas, narra la vida de l...