Sadismo.

45 1 0
                                    

Encogido en una esquina, apenas vestido, no había parte de su cuerpo que no sangrase.

Sus labios jamás volverían a besar a nadie, sus pies jamás volverían a sentir el rocío en el campo, la cuenca de sus ojos... bueno, la cuenca de sus ojos jamás volvería a tener ojos.

Siempre había soñado con experimentar alguna aventura que poder contar, pero jamás podría contar que sus genitales fueron arrancados a mordiscos, que todos y cada uno de sus dedos fueron arrancados en situaciones tan dolorosas que serían inimaginables para un ser humano en buen estado mental y psicológico. Nunca podría contar que sus orejas fueron atravesadas con incontables punzones y abiertas con una cuchilla. Ahora jamás podría contar que su gran cabellera fue arrancada pelo a pelo. Realmente ya jamás podría contar nada, puesto que, a parte de morir, su lengua le fue quitada.

Please, no more feelings.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora