Capitulo 15. "Compartiendo la misma desgracia"

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-Te lo dije una y otra vez, y ahí vas de idiota ¿Por qué eres tan difícil de hacer entender, cabezota?-

Jonghyun se encontraba por las oscuras calles de la ciudad aun cargando a un Kibum semiconsciente sobre sus brazos, de vez en cuando éste susurraba cosas incoherentes como "Héroe, mi héroe" eso era algo de lo que apenas Kibum estuviera en sus cabales lo usaría para burlarse y molestarle un rato, el hecho de que ese chiquillo en medio de una locura dijera la palabra 'héroe' a un criminal como Jonghyun, de por sí le daba cierta gracia.

De no ser porque se encontraba débil y con la supuesta droga haciendo efecto dentro de su ser, estaba cien por ciento seguro de que le mandaría una paliza, o quizás, un simple bofetón en la cabeza por ser un terco. 

Cuando se adentró a las calles más alejadas de la ciudad, miró nuevamente hacia atrás para sesionarse de que el maldito hijo de puta que tenía Key como jefe no lo persiguiera con un arma de fuego en manos amenazándole con disparar.

Al principio tenía miedo, sabía que algo así podría ocurrir. Y hasta dio gracias a su terquedad de no hacer caso a las palabras de Kibum. Jamás podría haberse perdonado si ese sargento le hubiera tocado más allá de la cuenta. En solo recordar como ese bastardo tocaba las blanquecinas piernas y se acomodaba encima de su inestable cuerpo le hacía hervir la sangre y apretar su mandíbula. 

Gracias a su terquedad, Key ahora se encontraba a salvo de las manos de un pervertido cuarentón.

Estaba cansado, sus piernas ya no podrían seguir resistiendo su peso y el de Kibum. Se encontraba inestable caminando por la oscuridad, sin embargo, tampoco tenía otra opción, ni modo de que dejara a Key acostado en la tierra, no, eso no.

Llegó hasta unas bancas de maderas que rodeaban un parque abandonado, en realidad, ni siquiera tenía pinta de parque, los vidrios rotos en la tierra, las colillas de cigarrillos y hasta los restos de asquerosos condones usados que yacían tirados en el suelo le daba a entender de que se encontraba en los barrios bajos, y que esto en realidad era el punto de encuentro de muchos alcohólicos, delincuentes, putas y otros mal nacidos.

Agotado dejó con cuidado a Key acostado boca arriba en el sucio banco. La noche estaba ya plasmada ante sus ojos, las estrellas complementaban una linda noche, que de linda no tenía ningún pelo.

Suspiró cansado, unas pequeñas gotas de sudor cayeron desde su frente y se las secó con la mano rápidamente. 

¿Cómo era posible de que este muchacho ya adulto sea tan confianzudo? Es decir, era obvio lo que ese sargento quería al momento de invitarlo a ir a su casa ¿En serio jamás se le pasó por la cabeza que esto sucedería? De ser eso cierto, entonces, Kibum era más tonto e ingenuo de lo que pensó.

Cuando Key lo intentaba alejar por 'su bien', eso hizo que una cierta campana aguda resonara en su cabeza, alertando de que algo valioso se le podría ir de las manos si dejaba que lo alejara de esa manera. Algo valioso para él y su bienestar. Quizás... Quizás Key era su bienestar, y sólo con él podría tener la paz completa, porque cuando lo pierde de vista, no puede evitar sentir un cierto vacío dentro de su cuerpo y una preocupación embriagante que finalmente lo conduce a la locura de pensar en todo los peligros a lo que ese mocoso está expuesto.

Odiaba tener que admitir lo que de principio ya se le veía a venir, las veces que Key le curó las heridas, las veces en las que se preocupaba por su salud y hasta le aguantaba las palabras molestas que su desenfrenada lengua soltaba, toda esas cosas que Key hacía le sorprendían de sobremanera ¿Por qué?... Quizás porque jamás sintió esa calidez con otra persona, que no haya sido su madre. Además de que éste hacia tantas cosas por él sin nada a cambio, arriesgaba su estadía en el trabajo e incluso su vida por él, y tan solo eran amigos... eso es lo que eran y son. 

Mi Criminal [JONGKEY] ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora