CAPITULO 2

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29 de julio del 2019

Cerré la puerta trasera de la casa sin seguro de forma que pudiera volver a entrar en un caso extremo y empezé a caminar.

Salí a la calle principal y tomé en dirección al Niza's. Hace mucho no iba.

Aceleré el paso, me puse la capota de mi sueter y metí mis manos en el hueco de este tratando de evitar sentir tanto frío aunque era casi imposible, a esta hora las temperaturas son de -6ºc. Tal vez luego me diera gripa pero no me iba a quedar en casa, esa no era una opción, ni siquiera estaba dispuesta a considerarla.

Caminé dos cuadras más en línea recta y luego dos más hacia la derecha y por ultimo una a la izquierda. Así lo había aprendido de niña. Así me lo habían enseñado...

Esta era la última cuadra, solo tenía que seguir derecho hasta ver el letrero que decía Niza's y apuntaba hacia el, de ahí solo tenía que caminar con dirección al café con miles de luces alrededor de su nombre.

Mientras pensaba en que tipo de café tomaría esa noche empezé a escuchar música al igual que risas y comentarios que no entendía a la distancia, mas tarde me percaté de que estos provenían de un carro en especifico, agaché la cabeza y continúe caminando mas rápido, sabía que no me verían, la zona era de las mas cuidadas de la ciudad y tenía montones de árboles frondosos. El auto pasó por mi lado hasta que las risas y la música escandalosa dejaron de escucharse.

Faltaban dos casas mas, eran mis favoritas, podías ver los grandes ventanales y los balcones que decoraban a ambas, el gran jardín de enfrente de estas y lo cuidadas que se veían incluso a la luz de la luna, por dentro eran todo un paraíso.

Paré un momento a ver una de las casas, juré poder verla a ella y a el de nuevo en el ventanal, ella agitando una de sus manos y con la otra sosteniendo un libro o un te de manzanilla, el con una expresión neutra que mandaba escalofríos a todo mi cuerpo.

-Aqui estaré para ti siempre porque tú has estado para mi y te lo juro que si en mis manos está...no te dejaré ir jamás.

El problema es que no estaba en sus manos esa decisión.

Le dí un ultimo vistazo a aquella casa y seguí con mi camino, tratando de concentrarme en el Niza's.

Realmente amaba ese lugar, no era uno que te causara escalofríos solo con verlo, era hermoso, juraría que cada alma que postra sus pies en ese lugar no vuelve a ver nada mas hermoso en su vida.

La emoción empezó a correr por mis venas cuando ví el letrero con el nombre del lugar apuntando hacia este, sin dudarlo corrí los pocos metros que me faltaban para estar en frente del lugar.

Entré por el callejón y bajé la capota de mi suéter. De inmediato ví la gran cantidad de personas aglomeradas, unas tomándose fotos, otras haciendo filas para entrar a algún lugar e incluso algunas bailando tango con un gran puñado de gente viéndolos o grabandolos ¡Había de todo allí!.

Entre todo esto resaltaba la fuente que había en medio de todo el lugar, era la fuente mas hermosa y más significativa que había en nuestro pueblo, me acerqué a ella y como era costumbre lancé una moneda a esta y pedí un deseo. Hacia ya un año que pedía el mismo y a pesar de que sabía que en estos momentos era totalmente imposible que mi deseo se cumpliera, seguía deseandolo con la misma intensidad que la primera vez que lo pedí. Observe como la moneda hizo salpicar un poco de agua y se hundió instantáneamente, juntandose con las demás. Amaba esta fuente, para mi era hermosa, de hecho era hermoso ver como los deseos de los unos y los otros se hacían compañía, además la estructura de la fuente era única. Todas las personas que participaron en la creación del Niza's estaban esculpidas allí, cada una llevaba en sus manos algo que en el pasado fue simbólico para ellos, la más hermosa era la de una abuela, ella no llevaba nada en sus manos sino en vez de esto las tenia sobre los hombros de su hija y nieto. Era hermoso.

Le eché un ultimo vistazo a esta y entré en el café, podía asegurar que era el mejor café de toda la ciudad. Era magnífico.

Bajé las escaleras que habían en el lugar ya que la entrada del café era subterránea. Estaba dividido en dos secciones, la primera detrás de las puertas que estaba apunto de cruzar y la segunda se encontraba en la terraza del lugar, sin duda alguna era una estructura muy peculiar.

Apenas las puertas automáticas se deslizaron me inundó el aroma a granitos de café recién molidos, lo cual era curioso ya que no lo molian allí mismo, debía de ser algún tipo de esencia que habían empezado a usar para darle más toque al lugar.

De inmediato hize la fila con las demás personas esperando su turno para ocupar alguna mesa, no tardó mucho tiempo cuando estuve de primera y el moso al pregúntarme si venía sola y obtener una respuesta afirmativa por mi parte me tendiera una bolsa con números del uno al ciento uno.

Saqué un papel no muy grande doblado en varias partes...el número de la suerte se encontraba allí.

-¿Que número le ha tocado señorita?

-Setenta y tres-Respondí al tiempo que le enseñaba el número en el papel y el verificaba la lista.

❌❌

Hola...

Para que creen que sean esos números? :0

Si quieres saberlo, continúa...

SE TE AM@

-Val.

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⏰ Última actualización: Jun 20, 2020 ⏰

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