La noche se encontraba tranquila,solo se escuchaba el sonido de la lluvia cayendo y las gotas golpeando en la ventana,Daia se encontraba sentada en un mini sillón que tenía frente a la ventana, no podía conciliar el sueño por más que lo intentara, sus amigos se encontraba durmiendo plácidamente en la cama,una cama Matrimonial en la que cabían perfectamente,los sueños habían regresado,y eso a Daia le angustiaba,pues siempre regresaban cuando solo faltaba poco para su cumpleaños,eran las 3:00am cuando decidido que era hora de dormir por lo menos debería hacerlo una par de horas.Eran las 7:00am cuando la chica se despertó por el odioso sonido de su despertador,los chicos se levantaron con muy pocas ganas en lo que Sasha se daba una ducha en el baño de Daia Alex se daba una en el de visitas y Daia en el de sus padres,pasó media hora ellos ya se estaban preparando para otro día de clases.
–Estaba pensando en llevarme el auto que dejó Aiden–Dijo la joven pelinegra,pues el coche que su hermano había dejado llevaba meses sin ser sacado,y sería la mejor opción dado que ninguno de sus amigos llevaba su carro ese día.
–¿Tu hermano dejo un auto?–pregunto Alex con los ojos abiertos.
–Si al parecer solo era la novedad,recuerden todos sus amigos lo tenían,y bueno el también quería uno,y ni madre como siempre lo consiente–dijo girando los ojos.
Los tres jóvenes salieron de la casa para dirigirse a la inmensa cochera que guardaba diferentes carros,la chica se acercó a un "Porsche Panamera" de un hermoso color negro mate,los tres chicos se subieron al auto quedando Daia en en asiento del conductor,Alex en el asiento del copiloto,y Sasha en el asiento pasajero,Daia salió del garaje y puso rumbo al instituto,en todo el camino no hablo para nada,se encontraba nerviosa,puesto que jamás había salido de su casa vestida así,y más nervios sentía aún por el auto que llevaba,si bien todos en el instituto sabían que venía de una muy buena familia,pero ella siempre iba en su bicicleta,y simple trataba de ser lo más discreta e invisible posible.
Llegaron al instituto en la mitad de tiempo que ella siempre se hacía,buscaron un lugar entre todos los coches que había demasiados a decir verdad,cuando encontró uno quizo jamás haberlo hecho,puesto que se encontraba justo delante de el lugar de "los populares" como los cristales estaban polarizados no podían ver quién se encontraba dentro,cuando Alex salía seguido de Sasha,la pequeña pelinegra entró en estado de crisis,no quería bajar del auto.
–Vamos pequeña no tienes por qué estar nerviosa,las cosas van a salir bien ya veras–decía Sasha viendo a la pequeña que solo asentía con miedo.
–Claro es fácil decirlo,jamás me a gustado llamar la atención,y si salgo vestida así y sin mis lentes,seguramente la llamaré y eso es lo que no quiero.
En el momento en que Daia decía eso unas manos la sacaron del asiento sorprendiéndola por completo,no sabía en qué momento Alex se había acercado a la puerta del piloto y mucho menos en qué momento la había abierto,la chica se encontró completamente Shockeada pues las personas que se encontraban frente a ella la observaban sin piedad alguna.
–Vaya Alex ¿por qué no nos presentas a tu nueva amiga"–dijo Rick el "novio" de Scarlet,la cual lo miraba furioso al igual que a la pobre chica.
–¿Para qué quieres saber quién es?, tengo entendido que la tetas de silicona es tu novia–Dijo Sasha posándose a un lado de su amiga–Además para que lo sepas a ella la conocen,y vaya que la conocen bien ¿verdad Scarlet?–pregunto con una sonrisa de burla en su rostro,mientas que Daia poco a poco se iba relajando.
–Jamás en mi vida la había visto, y mucho menos hablado con ella,al menos que sea una más de las que andan tras MI novio será mejor te alejes si no quieres que esta uñas se claven en tus ojos–dijo amenazando a Daia,la cual solo soltó una pequeña risa al igual que Alex.
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Elementales
Science FictionLa mañana se encontraba soleada, claro que era algo muy poco común para el pueblo en el que habitaban algunos de nuestros amigos principales, las mañanas soleadas eran muy poco comunes dado que en este pueblo habitaba nuestra querida amiga Daia, una...