Especial I

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Una boda donde reina el amor, es uno de esos eventos donde todos los presentes se contagian de la alegría que flota en el aire, así sea en ese único momento. Toco, llega, incluso cuando estás soltero, viudo o divorciado, renuente a creer en el amor, pero cuando se tiene al lado a la persona que amas te inunda aún más el deseo de compartir toda una vida con ella. Justo como les ocurrió a Hoseok y Jin cuando sus manos se unieron, atrapando el ramo de los recién casados, Namjoon y Jimin.

El lago estaba iluminado, con una suave brisa batiendo en sus rostros, refrescando sus cuerpos sudados que no habían dejado de bailar en toda la noche. En el sitio quedaban muy pocas personas pues los mayores ya se habían retirado, Taehyung y Jungkook habían desaparecido también, así como la pareja que ya comenzaría su luna de miel, recorriendo todos los estados de ese país y visitar cada capital del continente americano. Una larga luna de miel que duraría casi tres meses, después de todo, no tenían más compromisos que cumplir.

La ventaja de estar sin una agenda apretada en la que los días de descanso eran contado y apenas tenían libertad para hacer lo que querían era que podían disfrutar de la forma en que desearan su tiempo libre y realizar todos esos planes que siempre fueron pospuestos para "cuando hubiera tiempo".

— Belleza, ¿me acompañas un momento? — Estiró su mano Hoseok atrayendo hacia si a su pareja que estaba entusiasmado tomando fotos de las flores y el lago de noche.

— ¿Ya nos vamos? Somos los únicos que quedamos, todos se han ido desde hace un rato ya. Estoy cansado. — Contestó haciendo un puchero.

— No te quedan esos pucheros, a mí no me compras. — Bromeó entre risas. — Serán solamente unos minutos... Por favor.

Jin lo miró con el ceño fruncido frente al extremo tono meloso de su pareja, al igual que su raro comportamiento. Se veía hermoso con su cabello moviéndose a la par del viento que soplaba con una sonrisa que no sabía si esconder o mostrar, sin saber donde colocar sus manos y chasqueando levemente su pulgar a indice de la mano derecha. Hoseok estaba nervioso y no sabía por qué.

— De acuerdo... — Tomó su mano y se acercó a él para abrazarlo. Si bien era tímido y no hace muchas muestras de afectos públicas, cuando estaban ellos dos sin tantos testigos era un tanto diferente, podía ser mas desinhibido.

— Verás yo... — Las palabras no le salían. — Estoy embarazado. — Intentó bromear pero Jin enarcó sus cejas, negando con la cabeza dejándole saber que no había sido gracioso. — ¿No te dio gracia cierto?

— Para empezar deberías ser el que muerde la almohada pero entre los dos el encargado de esa tarea soy yo, así que no, no me pareció gracioso. — No pudo evitar reír ante la mueca en la cara de su pareja. Estaba más que evidente su nerviosismo, su torpeza lo delataba. — ¿Qué tal si me dices lo que deseas sin darles tantas vueltas?

Sí, justamente eso había intentado hacer un rato atrás pero simplemente no pudo. No sabía como ser totalmente directo, pues quería que sus palabras fueran lindas pero todo lo que había preparado lo había olvidado.

— ¡Quiero que te cases conmigo! — Exclamó de sopetón sacando una caja del bolsillo y extendiéndosela a Jin. — Preparé varias cosas para ti pero lo he olvidado todo, lo único que puedo decirte es que quiero pasar el resto de mi vida junto a ti. Te amo y sé que eso puede parecerte loco, porque yo mismo estoy medio loco y a veces soy insoportable, digo cosas insoportables que molestan a todo el mundo, incluyéndote a ti que te molestas conmigo por mis bromas pero quien también se ríe de ellas aunque, en realidad lo que quiero decir-

— ¿Amor? — Hoseok lo miró mordiéndose los labios y con los ojos bien abierto como si lo hubiesen regañado o cogido haciendo algo indebido. — Respira... — Trató de ocultar su risa mordiéndose también ambos labios.

Beyond the cameras / Más allá de las cámarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora