Especial II

2.9K 297 92
                                    

Nadie jamás pudo haber predicho que esas dos personas terminaran consolando a sus corazones entrelazando sus cuerpos luego de algunos tragos, en una de las lujosas habitaciones del hotel Hilton en Busan.

El gemido de del rubio animó a Hoseok a aumentar la presión y velocidad de su mano que subía y bajaba la piel causando una placentera y tortuosa sensación que, junto con su lengua jugueteando con sus tetillas, estaba haciendo que Jin se excitara aún más y gimiera con la boca entreabierta.

— Tócame tú también — le pidió Hoseok, queriendo también sentir algo de alivio porque solamente con ver al mayor de esa forma lo estaba volviendo loco. No sabía que con solo mirarlo podía sentirse de esa forma, esa imagen tan lasciva y hermosa a la vez no se la había esperado en Jin.

Un suspiro se le escapó cuando Jin llevó una de sus manos hasta su espalda para acariciarlo, subiendo de vez en cuando hasta su cabello, tirándolo suavemente. Con ese simple gesto había logrado que su cuerpo se tensara y el deseo aumentara. Un leve mordisco en su pezón hizo que Jin tirara nuevamente del pelo de Hoseok con algo más de fuerza y este siseó, acelerando la mano que masturbaba al mayor.

— Oh, me estás volviendo loco belleza. — Murmuró Hoseok bajando por todo su abdomen hasta llegar a su entrepierna.

Agarró las piernas de ese hermoso cuerpo que yacía bajo de él, las abrió y levantó. No tardó en acercar su boca y recorrer toda la extensión con su lengua, succionando un poco pero sin detenerse mucho allí ya que su lengua siguió descendiendo hasta llegar a esas hermosas bolas cubiertas de una tersa piel con un tono rosáceo. El mayor volvió a gemir cuando sintió que entraban una a una en la boca de Hoseok.

— Seokie... — gemía Jin.

Escuchar decir su nombre susurrado y gemido por Jin hizo que casi perdiera el control. Soltó aquello que aún saboreaba y volvió a subir hasta aquel tronco de carne y lo engulló hasta el fondo, tragando varias veces, apretando con los músculos de su garganta su glande, haciendo que Jin llevara una mano hasta su boca para evitar gritar y con la otra presionó más su cabeza.

— ¡Demonios! — Exclamó tirando fuertemente de Hoseok hacia arriba. — Si no deseas que termine ya en tu boca es mejor que te detengas. — Comentó agitado ante la cara de desconcierto del menor. — Espero que puedas volver a cantar después de darle semejante uso a esa boca tuya.

Ambos rieron entre besos, masturbándose lentamente con las manos hasta que Jin volteó al menor, haciendo que este cayera de espalda en la cama para luego bajar hasta su entrepierna. Era su turno de demostrarle lo que su boca podía hacer.

Pocos minutos después era Hoseok quien gemía bajo la hábil boca del mayor, moviendo sus caderas como si le hiciera el amor a su boca mientras que lo agarraba fuertemente de su rubia cabellera.

— ¡Ah! — Gritó tirando de su cabeza — Detente, detente ya.

Jin sonrió, limpiándose de manera sexy su boca e inclinándose para besarlo mientras que su mano tomaba dos de los pequeños envoltorios que se encontraban al lado de la cabeza del menor. Primero abrió el condón, colocándoselo con destreza y besando cada rincón que podía de su torso para después abrir el lubricante, dejar caer una buena parte sobre aquel falo y la otra en su mano, restregando y untando en ambas partes a la vez.

Le costó un poco prepararse pero cuando Hoseok se incorporó y comenzó a besar su cuello su cuerpo se relajó al instante. Se posicionó arriba del miembro del menor y poco a poco se sentó en el.

— ¡Dios! — Exclamó Hoseok una vez que se sintió totalmente en el interior del rubio, su interior estaba tan caliente y lo apretaba tan bien que sentía que iba a terminar antes de comenzar. — No te muevas hasta que yo te diga. — Le ordenó besando su pecho, cosa que Jin agradeció.

Beyond the cameras / Más allá de las cámarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora