Capítulo 10

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-¿___________?

La voz de Christopher era suave y preocupada. Ella abrió pesadamente los ojos. Las cortinas del cuarto estaban echadas. Llevaba durmiendo desde la visita del cirujano, quien la había examinado y le había dicho lo que iban a hacer a la mañana siguiente. Los analgésicos eran buenos y, si se estaba quieta, el dolor podía ser mantenido a raya. Pero necesitaba ver a Christopher , hablarle. Lentamente, volvió la cabeza.

-Si te duele, no te muevas -se apresuró él a decir, levantándose de la silla para inclinarse hacia ___________.

-¿Charlotte? -la voz parecía croar: ___________ tenía seca la garganta.

-Está estupendamente. Mariana se ha quedado con ella mientras yo te venía a ver. Se ha adaptado bien a los biberones. Ya se ha tomado dos. No está inquieta, ni alterada. Cuando me fui, la dejé dormidita. Todo va bien y sin problemas.

____________ sabía que debería sentirse aliviada, y agradecida de que Christopher pudiera salir adelante con la niña. Era ridículo sentirse tan desamparada e inútil; las lágrimas se le acumulaban en los ojos. No era justo que le sucediera aquello: largos meses de embarazo y una férrea determinación de hacer todo por su hija, y ahora ni siquiera podría amamantarla. ___________ cerró los ojos para retener las lágrimas, pero se le escurrieron por entre las pestañas.

Christopher le apartó con suavidad los cabellos de la frente.

-¿Te duele mucho, __________? ¿Quieres que busque a una enfermera?

-No.

-¿Qué ocurre entonces, cariño?

El profundo cariño que había en la voz de Christopher le retorcía el corazón.

-Que soy una fracasada.

-No, no lo eres -aseveró Christopher -. Mariana me ha contado que tus diseños para la boda de Belinda Pinkerton son magníficos. Tienes mucho talento, __________, y en cuanto la gente se vaya dando cuenta...

___________ movió la cabeza con impaciencia.

-Soy un fracaso como madre. Por pensar en ti.

Christopher detuvo su mano, y luego la retiró. ___________ oyó el ruido de la silla al desplazarse y el crujido del cojín al sentarse Christopher. La sensación de que él se apartaba la hizo sentirse peor todavía, como si lo estuviese perdiendo todo.

-¿Por qué dices eso, __________?

Ella abrió los ojos y lo miró con arrepentimiento doloroso. Luego hizo un esfuerzo por hablar.

-No quería que supieras que estaba enferma. Esperaba que se me pasara. De no haber sido por ti y por haber tardado en acudir al médico... -las lágrimas volvieron a derramarse- todavía estaría dando el pecho a Charlotte.

Christopher movió la cabeza con dolorosa confusión.

-¿Por qué no querías que lo supiera? El amor consiste en compartir, lo bueno y lo malo.

-No quería que lo malo repercutiera sobre Charlotte, que la hicieras a ella responsable.

-¡No lo hago! -exclamó, poniéndose en pie, agitado, gesticulando en el aire para no defender su postura con otros gestos-. ¡Nunca lo habría hecho, __________! Cómo iba a culparla de nada: solo es una criatura inocente, ¡por amor del cielo!

Aquella vehemencia destrozaba el corazón de ___________, que, con cansancio, se agarró a la verdad que encerraban las palabras de Christopher y luego lo dejó estar. Uno podía discutir sobre lo lógico y lo razonable hasta el final de los tiempos, sin que eso afectase para nada a las realidades que se basaban en emociones.

Papá por sorpresa// Christopher Vélez y TN//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora