|| Narra Cristina||
Le abrí la puerta de la calle al novio de mi madre.
-Te he traído algo- me tendió una bolsa- espero que te guste.
Un disco de David Bowie y es que, aunque estemos en el 2014, a mi me gustaba escuchar música de antes, de los años 80 concretamente.
Más tarde, estaba vestida con unos pantalones de chandal, unas supras y una sudadera de obey, no tenía muchas ganas de salir, pero Lily me había llamado para salir, ¿algo en especial?
Que Justin también estaría y sinceramente me llamo mucho la atención.
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No parabamos de reír, Justin y yo corríamos en el centro comercial, ahora vacío si no fuera por nosotros. Los demás iban adelante nuestra, riendo y corriendo también. Justin y yo paramos en una de esas máquinas donde se pueden sacar peluches, el rompió el cristal asustándome, sacando un gran peluche. Oímos el sonido de la policía y corrimos de nuevo.
Justin y yo nos fuimos por otro pasillo, solos, llegando a la gran azotea del centro comercial.
-Espero que no cojan a Lily, mi madre piensa que pasaré la noche en su casa.
-Y ella dijo que hiría a tu casa, ¿no?- rió Justin.
Nos apoyamos en el muro, mirando las vistas de la ciudad.
Justin sacó una cajetilla de tabaco.
-¿Vas mucho a Sound?- le pregunté. El asintió con la cabeza, concentrado en el porro que se estaba haciendo.
-Si, ¿irás la semana que viene?
-Claro- conteste y miré las vistas, el viento movía mi cabello hacía todos los lados- Es estupendo, parece que estoy volando.
-Otra vez uno de esos viajes,¿eh?- rió
-¿A ti no te interesan mucho los viajes verdad?- le pregunté.
-En realidad no- respondió buscando su mechero en su chaqueta- ¿quieres uno?- me ofreció un porro.
Asentí, el mismo lo llevo hasta mi boca y el mismo me lo encendió.
Le dí unas cuantas caladas.
-¿Esto te lo hiciste tu?- le pregunte acariciando el tatuaje o mas bien, cicatriz que tenia en la mano. El asintío- ¿no te dolió?- pregunté de nuevo.
-Si, pero estaba aburrido- yo sostenía su mano, observando la cicatriz, mientras el con su pulgar acariciaba mi mano.
Solté su mano y le dí otras caladas al porro.
-¿Te vas a ir a tu casa?- me preguntó.
-¿Que vas hacer tu?
-Fácil- tiró su porro y luego me quito el mio.- Besarte
Con su pulgar acarició mis labios, mirándolos detenidamente, para después besarlos con suavidad. Sus labios eran suaves, cálidos. Pasó su lengua por mi labio inferior, yo abrí la boca y nuestras lenguas se juntaron, sabía a menta y a porro. Un mezcla rara, pero excitante.
Me pego mas a el, lo que hizo que el beso se hiciera mas duro y rápido. Coloqué mis brazos alrededor de su cuello y el los puso en mi cintura.
Sentía que volaba, el efecto del porro y sus labios me hacían volar. Una sensación que nunca había sentido. Tal vez iba drogada.
Y me gustaba.
Los chicos llegaron justamente cuando Justin metía sus manos por debajo de mi sudadera.
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La semana paso rápido y ya era viernes, hoy iría con Llily a Sound, nos juntaríamos con Justin y sus amigos. Justin y yo no nos hemos visto después del beso.
Ya en casa de Lily, ella me dejó un vestido negro, era demasiado corto y me obligó a pornerme un tanga negro y unos tacones tambien negros. Me planchó el pelo y me maquilló.
Me encantaba como había quedado. Lily llevaba uno rojo y su pelo rubio rizado.
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La música sonaba muy fuerte. Llevaba un cubata lleno en la mano, era el tercero de la noche y a decir verdad, ya me estaba afectando algo.
Tenía ganas de mear y me dirigí al baño. Entonces lo ví, apoyado en una pequeña barra del pasillo que dirigían al baño, hablando con un chico. Justin aspiró algo de la mesa, cocaína.
Se paso la mano por nariz y se giró hacía a mi. Me sonrió y se acercó a mi.
-Estas preciosa Cristina- susurró en mi oído para después besarme fuertemente.
Media hora después, levaba en mi cuerpo dos rayas de cocaína. Me sentía tan ligera, me sentía viva. Lily me hablaba por lo alto de la música y yo solo asentía.
Justin apareció a mi lado a los minutos.
-Abre la boca- me ordenó alto. Yo le obedecí y entonces me dí cuenta de que llevaba en su dedo polvo blanco, lo metió en mi boca y lo chupe.
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Abrí los ojos cuando noté un brazo a mi alrededor y una respiración en mi cuello.
Me giré y vi a Justin durmiendo a mi lado. Miré hacía la habitación, la cual era blanca, una gran cama y un armario.
En el suelo estaba mi vestido.
¿Que pasó anoche?
-Si te estas preguntando si paso algo anoche, tranquila, no pasó nada- habló Justin con voz ronca.
-¿Entonces por que estoy en ropa interior?- me acordé de que llevaba tanga. Que vergüenza.
-Solo no querías dormir con el vestido, era incomodo.- Además rozaba con tu tatuaje y dolía.
-¿Ta-ta-tatuaje?- me levanté, me daba igual estar en tanga. Cuando me miré en el gran espejo que Justin tenía en esa habitacion, observé que tenía como un gran ramo de rosas en un costado.
- Te ves tan sexy así- gimió.
Yo lo miré, el me miraba de arriba abajo.
¿Que había echo anoche?
Entonces noté sus brazos alrededor de mi cintura, su respiración en mi cuello.
Unos instantes después el estaba devorando mi boca.
Y me encantaba como besaba, me había vuelto adicta a su boca.
Y es que ahora solo quería besarlo más, me daba igual lo demás.
Me daba igual lo que tendría que hacer para tenerlo solo para mi.
Lo quería para mi.
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CORTO, LO SÉ.
