Noche.

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Esto era lo que en verdad me gusta. La noche, la soledad, mis pensamientos y yo. Lo suntuoso es solo algo superficial que nunca nos llevara a algo beneficioso.

Este era el momento donde siempre mis pensamientos me envolvían como una manta, donde miraba la luna y en esa figura redonda tan peculiar todo se volvía abstracto. Dicho de otra forma.

Me alejaba de la realidad.

Hay un momento de tu vida donde cosas insignificantes son vitales en nuestro momento. Muchas de las "cosas vitales" quizás sean un disparate ¿y qué?

¿Acaso eso significa que no debería importarnos?

Es pavoroso lo que me había ocurrido a mi ese día. Estaba sola en la escuela, sintiéndome invisible, y vi lo que nunca quise percibir.

El y ella.

El encono hacia ellos nunca iba a desaparecer. Pero es que algunos no entienden.

Acababan de partir un corazón que no podrá ser enmendado.

Seguía mirando la luna con ojos suplicantes.

Y es eso lo que me da pavor.

Que no podrá ser enmendado.

La Luna Nos EscuchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora