Capitulo 2.- El y La chica de ojos rojos

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En la noche anterior, Kaito descubrió que solo Mikuo, Sora y Momo eran los únicos que vivían en el edificio, se supone que también Kasane pero según los comentarios de parte de estos ella ya llevaba una semana sin aparecer, algo que se le hizo muy extraño a Kaito, aunque hubiera podido pensado mejor de no haber sido por los ronquidos que emitía Taito, harto de estarlo escuchando le aventó una bola de papel a la boca de este, entonces el empezó a atorarse; Akaito se levantó ante al ruido y al ver lo que le pasaba a Taito se empezó a dar de carcajadas, Taito logro restablecerse y al ver que era el centro de burlas de Akaito se le fue encima y lo empezó a golpear y este le emprendió a devolverle los golpes. Ante el estruendo Nigaito se levantó somnoliento y al recibir un golpe dio inicio a su llanto, Kaito desesperado lo agarro entre sus brazos y lo empezó a consolar, en medio del relajo se azotó la puerta del cuarto de donde entro Mikuo furioso y gritándoles.

-¡¿Sera que no se pueden callar con los mil demonios?!

-¡No, no nos podemos callar!- respondió Akaito.

-¡Mikuo-nii, por favor detenlos!- comentó Nigaito sollozando.

-¡¿Por qué le pide ayuda a ese imbécil?! ¡Y suéltate de Kaito!- gritó Taito.

-No le grites, se va asustar más de lo que ya está- dijo Kaito.

-¡Oye Taito, hazme caso que tu estas pelando conmigo!

-¡Primero me encargo de Kaito y después me encargo de ti Akaito!

-¡Ya dejen de pelear!

-No les hagas caso Nigaito, todo estará bien.

-¡LEVAN POLKKA!

Todos aturdidos y tapándose los oídos se voltearon a ver hacia la puerta y vieron a Mikuo con su megáfono, con eso comprendieron que debían de calmarse y bajar a desayunar, Mikuo se dio media vuelta y se alejó del cuarto, entre los cuatro recogieron el cuarto y se dirigieron al baño para poder darse una ducha.

Ya en el baño Taito agarro a Nigaito y lo empezó a bañar contra su voluntad, Akaito y Kaito se empezaron a bañarse por su propia cuenta, en eso entro Mikuo diciendo que los iba a acompañar, estos tres últimos empezaron a platicar de cosas sin sentido pero Akaito se dio cuenta que entre Mikuo y Kaito había un ambiente tenso, como si no se llevaran bien o entre ellos paso algo y terminaron mal, estaba a punto de preguntarles sobre el asunto cuando a última hora decidió cambiar el comentario.

-Oyes Mikuo la tienes de tamaño promedio.

-¿Ta...ta...ta...tamaño promedio?- respondió Mikuo todo sonrojado.

-Mira quien habla, como si la tuvieras muy grande- comento Kaito

-Pos déjame decirte que esto mata de placer a las chicas.

-No sé cómo es que eres mi hermano con ese tamaño.

-¿Le estas llamando pequeño a mi tesoro?

-Concuerdo con Kaito, eso entra perfectamente bien en mi boca.

-¿A sí?, a ver inténtalo.

-Tampoco soy gay, solo es una comparación.

-Admítelo Akaito, la tienes chica comparada con la mía, ¿verdad Mikuo?

-¿Eh?, creo que sí.

Entonces los tres se quedaron callados, solo se escuchaba los quejidos de Nigaito al ser bañado por Taito, pusieron atención a la puerta y de esta lograron ver una silueta, los tres se levantaron y se enrollaron una toalla en la cintura, Mikuo se acercó a la puerta y volteo a ver a Akaito y a Kaito y estos asintieron a que abriera, Mikuo abrió la puerta de golpe y percibieron que era Momo que se encontraba espiándolos.

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