Epílogo

159 5 0
                                    

–¿Así que es usted español, eh? ¿Y por qué no está en España?

–¿Es realmente necesario, coronel?– Dijo Ricardo cabizbajo.

–Entienda que si le vamos a dar un rango y suministros debe­mos conocer su verdadera historia.– Dijo el coronel Antoine Montpensieur. –¿Cómo podemos fiarnos de ti?

–Es una historia muy triste. Yo servía a mi patria lo mejor que podía, coronel. Había sido nombrado Almirante del Caribe, de eso hace ya casi dos años. Casi no pude estrenar el cargo. Y todo por una mujer.

–Explíquese, almirante.– Dijo al ver que a Ricardo le comenzaba a temblar un párpado.

–Era el hombre más popular del Caribe, coronel.– El oficial francés esta vez le facilitó un refrigerio a Ricardo. –¿Recuerda el Deep Sea, el barco de la famosa pirata?

–Sí, a nosotros también nos hizo un favor la Armada Real Espa­ñola cuando nos libraron de ella.

–Pues verá, todo comenzó... 

Plumas y banderasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora