Testimonio de una primavera

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Comenzó a dar los primeros brotes viéndose así la primavera
Comenzó su crecimiento como nuevo ser junto a una pajarera

Pasaban los días, semanas y el antiguo brote ya carecía de un gran cuerpo que bailaba al son del viento

El resto de frutas como ella ninguna había, transmitía paz y mucha alegría

Lo apetitosa que se veía ante muchos era grandiosa, comer y comer, deseo de muchas aves mañosas

La realidad para la fruta era simple, no hablaba, no caminaba,
estatica estaba y expuesta ante la mañana.

Cuando abrí los ojos, lo inevitable había sucedido, pequeños trozos de la fruta en el suelo había caído.

Un mismo desastre, le llamaría una tragedia sangrienta, "sangre roja" llevaba el desdichado animal en su pico y pata friolenta.

Ahi comprendi que lo que yo provocaba a veces no era bueno, las hermosas frutas culminaban con un ataque violento, mientras que las raras o no apetecibles también tenían su cuento

Pero da igual lo que daba, final feliz nunca esperaba. Ahora solo prefiero dormir y despertarme para verlas nacer, acostumbrado siempre estoy de ver una nueva fruta diferente en cada amanecer.

03/05/19


Poesías de un alma perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora