Capítulo 2

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Los cuatro jóvenes se miraron entre sí y se movieron rápidamente para rodear la litera, abrieron las tapas que tenía la cama y diablos...
La chica tenía la cara pegada a la almohada, la espalda bañada en sangre al igual que la almohada, la cual formaba una aureola alrededor de la cabeza.

—Volteemosla.— sugirió Sweet Pea con la voz temblorosa.

Y así lo hicieron.
Con mucho cuidado.

Su cabeza cayó al otro lado y vieron un corte profundo en una de las mejillas. Los platos rotos habían servido para eso al parecer.

Su pecho bajaba y subía lentamente como si tuviera un peso sobre el que le limitaba la entrada de aire.

—¿Qué le han hecho? Mírala Jughead, se va a morir. ¿Qué hacemos?

El pelinegro miró el cuerpo casi sin vida sobre la cama sin saber que hacer, las manos le sudaban de los nervios. No se suponía que estuvieran ahí, no se suponía que ella estuviera así.

-Nos iremos.

El resto del grupo lo miró en shock, con los ojos abiertos ante tal respuesta que claramente ninguno esperaba del líder.

-¿Estás jodiendo? Si la dejamos morirá Jughead ¡MORIRÁ!

Toni lo tomó por los hombros intentado hacerlo entrar en razón mientras lo sacudía.

—¡Vámonos mierda! ¡Apúrense!— Jughead gritó soltándose del agarre de Toni y saliendo de la habitación.

Fangs tapó el cuerpo de betty nuevamente con las sábanas y todos salieron de la casa con el corazón en la garganta intentado procesar qué diablos estaban haciendo.

Fangs, Sweet Pea y Toni miraron como su líder se paseaba de un lado a otro en el patio trasero hasta que de un momento a otro detuvo su caminar y los miró. Tenía un idea.

-Toni, serás tu la encargada de cumplir lo que te diré.

Toni aceptó y escuchó atentamente lo que Jughead le decía sin perderse de ninguna palabra.

-¿Estás lista?

Ella asintió con la cabeza y se dirigió a la casa de los Andrews a paso rápido mientras los 3 restantes se escondían entre las sombras de unos árboles.

Tocó firmemente el timbre y luego golpeó la puerta repetidas veces.

Fred Andrews apareció por el umbral y la miro con una sonrisa que desapareció al ver las lágrimas en la cara de la chica.

-¿Puedo ayudarte en algo? ¿Te encuentras bien?

Toni soltó más lágrimas y comenzó a hablar entre sollozos.

-M-mi amiga Betty... dijo que nos juntaríamos pero no fue a clases...La llamé hoy pero no me contesta, lo único que sé es que Alice ayer estaba muy enojada y la amenazó BETTY NO ME CONTESTA siento que algo le pasó ¡por favor ayúdeme!

Fred miró a la pelirrosa frente a él bañada en lágrimas, con el cuerpo temblando, realmente afectada. Ayer por la tarde había escuchado gritos provenientes de la casa de los Cooper pero luego cesaron y no se preocupó, pero hoy Betty no lo había pasado saludando en su camino a la escuela como acostumbraba y eso le pareció extraño... Sabía perfectamente que Alice Cooper no dejaría faltar a su hija ni con la fiebre más terrible ¿Qué había cambiado su parecer? Fred no se detuvo a pensar y corrió a la casa de al lado con Toni pisándole los talones, buscó en el patio delantero hasta que debajo de una maceta encontró la llave de la casa. Típico.

Abrió la puerta y miro el salón. Toni se tapó la boca con las manos mientras sollozaba ante tal espectáculo que ya había visto.

-¿Sabes dónde está su cuarto? — Ella asintió y lo guió por las escaleras al segundo piso, abrió la puerta que hace unos minutos habían cerrado y ambos pasaron deteniéndose frente al cuerpo de betty sobre la cama, cuerpo todavía inmóvil.

Renaciendo, BugheadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora