Capítulo 1

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Aterrizó de la manera más silenciosa que pudo al cruzar aquella ventana. No le sorprendió encontrarse rápidamente a decenas de hombres con armas que estaban dispuestos a atacarla, pero le sorprendió que ninguno de ellos portara Kriptonita –algo raro viniendo de Cadmus. Sin tardar demasiado tiempo y con extrema facilidad los derrotó a todos.

— Winn, guíame —fue lo único que dijo. No estaba dispuesta a perder más tiempo.

Siguiendo las indicaciones, continuó su camino. Al entrar a un gran salón dentro de aquella mansión, se sorprendió al encontrarla tan tranquila y con una copa de vino entre sus dedos.

— Creí que tardarías menos —sorbió un poco sin siquiera dirigirle su mirada.

— No tengo tiempo para juegos, solo dime dónde está para que pueda hacer que te encierren de nuevo.

— No estás en condiciones de exigir nada —se miraron fijamente por un par de segundos, hasta que una puerta se abrió y dos hombres, vestidos totalmente de negro, llevaban arrastrando lo que no parecía más que un bulto.

— Ahí la tienes —intentó acercarse pero su voz la detuvo—. ¿Sabes? Hacía mucho tiempo que no pasábamos tiempo de calidad, madre e hija.

— Eres una maldita —pronunció apenas descubrieron aquel cuerpo. A simple vista resaltaban sus múltiples cortes y moretones, además de la sangre seca que aún cubría su rostro.

— Eso no se lo hice yo, créeme. Quise que habláramos de manera tranquila y civilizada, pero al parecer perdió los modales que tanto trabajo me costó inculcarle; a pesar de todo, no es más que la hija de una cualquiera —hizo una breve pausa y, con un simple ademán, ordenó que la acercaran más—. Estas dos semanas que pasamos juntas fueron... interesantes ¿sabes? —sonrió— Mi pequeña hija... tan crédula... y estúpida; toda una deshonra para la familia Luthor.

— ¡Ella es lo mejor que les pudo haber pasado! —gritó. Estaba perdiendo la poca paciencia que le quedaba. No entendía porque su hermana tardaba tanto.

— Desde que llegó aquí ella estaba segura de que vendrías, no dudó de ti. Pero con el pasar de los días su esperanza se fue debilitando. Pero no te preocupes, que la he mantenido bien informada de todo lo que ha pasado, ya sabes, cosas insignificantes... ¿no es así? —interrogó con suspicacia—. No tienes idea del gusto que le dio saber que por fin, después de tanto tiempo, se cumpliría su tan ansiado sueño.

Fue como si una bomba le hubiera explotado en la cara. Ella lo sabía pero ¿cómo?

— Pero lamentablemente tuve que ser sincera con mi pequeña. Sabes cuánto odia que le mientan. Al principio no quiso creerme, pero después de mostrarle el video de cuando se lo confesaste a tu hermana, no le quedaron más dudas.

— ¿Por qué lo hiciste?

— Te has jactado siempre de representar la honestidad y el honor, pero no eres nada de eso. Al menos no con ella.

— ¡No tenías derecho a hacer eso! —sin poder evitarlo, voló hacía ella y la tomó de las solapas de su saco.

— No tienes ningún derecho a enojarte. Tarde o temprano lo terminaría descubriendo, es una Luthor. ¿Recuerdas? Pero dejémonos de rodeos, Supergirl. Tu hermana ha llegado, solo espero que continúen dándome mi celda privada, no me gustaría estar mezclada con el resto de ese horrible lugar. Solo te recuerdo, ella no perdona las traiciones. Espero que sepa demostrar cuanto te odia.

— ¡Lena me ama! No importa cuánto daño intentes hacernos, Lilian. Siempre vamos a salir adelante, juntas —aparentó convicción, pero en el fondo comenzaba a dudarlo seriamente.

Too late - Supercorp-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora