~Casado con un Extraño~

Capitulo 19

Capitulo 19 ~Casado con un Extraño~

-. Eres cruel sabes

Llegamos al hotel y el guardia de seguridad nos ayudo con el equipaje muy amablemente. Draco pago el taxi y entramos, no hubo necesidad de registro ventajas de que Draco sea el dueño, al parecer siempre le tienen una habitación lista; subimos por el elevador hasta el último piso del hotel. Dentro de este, Draco se abrazo de mi, el besaba mi cuello sin importarle que alguien nos pudiera ver. Yo solo reía y me dejaba llevar cuando el ascensor llego a nuestro piso, Draco tomo las maletas y me guió hasta nuestra habitación. Abrí la puerta y entramos la habitación. Era hermosa, amplia, con varias recamaras, una pequeña sala parecía una casa, pensándolo mejor un pequeño apartamento. Lleve el equipaje hasta la recamara en donde supuse que dormiríamos y Draco se fue detrás de mí. Era mi imaginación o me veía de una forma extraña, sus ojos tenían un brillo especial. En cuanto deje el equipaje en el suelo, se abrazo de mi y paso su labios por mi cuello mordiéndolo suavemente

-. Creo que ya esperamos demasiado. No te parece mon petit

-. ¿Para que?

-. Llevamos un mes sin estar juntos y me muero de ganas por poseerte

Sentí la mano de Draco recorrer mis piernas por debajo de mi camisa yo y él me susurraba al oído

-. No sé qué me das que me traes loco. Cuando estoy contigo me pierdo por completo en ti

Me derretía sentir su suave aliento en mi oído, y como mordía sutilmente en el lóbulo de mi oreja. Me condujo hasta la cama y se coloco encima de mi con su mirada recorría mi cuerpo. Ese destello en sus ojos platinados.

-. Te amo

Enseguida, él poseyó mis labios, era un beso muy deseado e intenso. Desabrocho cada botón de mi camisa, torturándome en el proceso. Acariciando mi torso con su mano libre y con gran desesperación extrajo de mi cuerpo la camisa, después, poso su boca sobre uno de mis pezones mientras estiraba, retorcia repitiendo el mismo proceso una y otra vez con el otro. Mis suspiros no se hicieron esperar. Cuando se había cansado le mordisquear y lamer mi pezón. Movió sus manos hasta la cinturilla de mi pantalón, abriéndolo como si fuera lo más fácil del mundo. Empezó a presionar sobre la rema de mi interior. Una sonrisa malévola surco su rostro al notar la humedad del pre-seminal. Volviendo a su acción anterior agregándole que esta vez se paseaba entre mi oídos susurrando todo lo que me haría, chupando el lóbulo de mi oreja. Bajando y lamiendo mi cuello de una manera bastante obscena y de regresando a su punto de partida. Tan concentrado estaba en las acciones de Draco que no me di cuenta cuando me desnudo por completo. Perdido en sus besos, presa de la pasión cada vez que me encontraba en sus brazos. Cada caricia que me entregaba después de un mes de estar tan distanciados. Tome la iniciativa después de tan apasionantes caricias. Comencé quitando su camisa de botones igual de lento que el lo había hecho conmigo mientras que cada porción salia a la luz, mis inquietas manos acariciaban y mi traviesa lengua recorría su pecho. De un momento a otro quede sentado sobre su pelvis para darle un espectáculo de su vida. El me observaba y conducía sus manos por las poca curvas de mi cuerpo, no hacia mas que suspirar y jadear cuando apretaba mis pezones. Mordí mi labio inferior para evitar que saliera un gemido cuando su mano rozo mi pene de manera suave. Coloque mis manos en su desnudo torso y me incline para llegar a su cuello y lamerlo. Hice lo mismo con su oído, mis caderas poco a poco se iban restregando con su pelvis, mi trasero quedaba encima su miembro, podía sentir como crecía cada vez más. El pecho de mi marido se volvía cada vez inquieto con su irregular respiración, podía ver su cada de placer cuando hacia pequeños círculos con mi trasero, le encantaba. Pero, todavía algo que nos estorbaba, su ropa. Deje mis movimientos y cuando vi su cara de frustración, me encanto, fui bajando de manera gatuna hasta colocarme frente de su pantalón. Lo quite, rosando mis manos en bóxer, lleve mi boca sobre la tela y empece a lamer, sin llegan a quitar la tela que nos dividía, levante mi vista para encontrarme con un Draco con la cabeza hacia atrás soltando gruñidos. Sin aguantarme más, quite su estorboso bóxer de mi camino liberando así el pene de mi esposo. Teniéndolo en frente, levente mis manos y las dirigí hacia el, acariciándolo de arriba hacia abajo de manera lenta y tortuoza mientras que Draco soltaba gruñidos de placer. Pase mi lengua por la cabeza del pene haciendo círculos, cuando me canse, pase mi lengua por todo el tronco de arriba hacia abajo hasta encontrarme con los testículos. Los cuales absorbí, subí la lamida y me introduje su pene a mi boca. El gruñido monumental que soltó Draco cuando lo hice subió bastante mi ego, y seguí con mi acción. Draco coloco su mano en mi indomable cabello para introducir mas profundo su miembro en mi garganta. Levantaba cada vez más las caderas y conduje una de mis manos hacia mi propio miembro para auto-complacerme. Sentí como Draco jalaba mis cabellos obligándome a casar su miembro de mi boca, para levantarme y besarme desesperadamente, mordiendo mi labio inferior e insertando su lengua en mi boca, explorándola. Me coloque arriba de el nuevamente y en un movimiento repentino. Estaba con el pecho en dirección al colchón con el trasero al aire. Sentí como mi esposo se colocaba atrás y daba sonoros azotes en cada cachete de mis nalgas. No hacia mas que gemir por los golpes, y sin esperarmelo, su boca rozo el interior de mi culo. Lamiendo, chupándolo, excitan dome en el proceso. Gemí en alto cuando su lengua estuvo en el interior de mi orificio, la sensación es indescriptible, y el placer inigualable. Su mano se encontraba en mi pene, masturbandolo. Ya no aguantaba, y él lo sabia. Cuando estaba apunto del orgasmo, apretó la cabeza de mi pene impidídomelo. dela desesperación voltee suplicante para que me dejara, la sonrisa despiadada de su rostro me dijo que no me iba a dar tregua. Sus dedos, Dios, sus dedos me enloquecían. Ya lo quería su pene dentro de mi. Draco penetró en mi fuertemente, la mejor sensación, la mas esperada por mi esta noche. Yo me aferre a la sabanas de la cama. Mientras se movía de manera lenta.

-.Más. Quiero más.

Ya estaba fuera de mi, el placer era inmenso, me daba de manera fuerte, mas estocadas sacaban los gemidos mas fuertes, daba justo en mi próstata.

-. Ahí, dame ahí más fuerte. ¡Dios!

Las cachetadas en mis nalgas se hicieron mas fuertes al igual que mis gemidos. Su cabello despeinando, y su labios mordidos, me enloquecían. Draco, cambio la posición en la que nos encontrábamos. Esta vez, nos encontrábamos en la posición del misionero. Mis mejillas estaban rojas esfuerzo, Draco se encontraba igual. Esta posición hacia que me diera más certero. Mis manos recorrieron su espalda, rasguñandola para tolerar el placer. Recargo su cabeza en mi hombro dejando escapar gruñidos. ¡Era tan excitante!. De pronto, el comenzó a masturbar mi miembro de manera veloz, arrancándome gritos de placer a su paso. Hasta que los dos estallamos en un orgasmo que nos dejo sin fuerza alguna, recosté mi cabeza en la almohada, él solo beso mi cabeza. Draco aún no salía de dentro de mi. Esperamos a que nuestras respiraciones se normalizaran podía escuchar el latir apresurado de su corazón.

-. Te gusto

Menciono seductor ¿Qué podía decirle? Claro que me encanto ¡Dios mío! Tantas cosas que me hace sentir

-. Lo ame

Draco volvió a moverse pero esta vez lo hizo a propósito, solté un leve gemido. Sonreía de una forma tan sensual, acaricio mi espalda bajando hasta mis muslos. Comenzamos nuevamente con nuestro juego de caricias. No podíamos salir de la cama. Después de un mes de no haber disfrutado de mi marido ¿Qué esperaban? Al terminar, Draco se coloco a mi lado con la respiración agitada y yo de igual modo.

-. Creo que nos excedimos

-. ¿Eso piensas? Y eso que solo es el comienzo del viaje. Me propuse darle un hermanito a Scorpius y eso es lo que haremos en este viaje.

-. Si seguimos así no creo que tardemos mucho

Me emocionaba darle un hijo a Draco pero si hace un mes no logre embarazarme creo que es señal de que debemos esperar, no sé cómo decírselo sin lastimarlo. El objetivo del viaje es que me olvide de todo y eso es lo que haré disfrutar de mi matrimonio al máximo. Sentí los húmedos y cálidos labios de Draco por mi cuello.

-. Draco creo que debemos parar

Pero él no me obedecía y seguía con sus provocativos besos

-. Quiero recorrer la ciudad y si sigues con eso no saldremos de aquí hasta mañana

-. Esta bien. Pero solo un rato y después seguimos con nuestro juego ¿Te parece?

-. No lo sé todo depende de cómo te comportes

-. Eso no será problema mon petit. Ahora que te parece si nos vestimos Me levante de la cama con la sabana, me puse a buscar cada una de mis prendas, pues estaban regadas por todo la habitación.

-. ¿Cómo es que esto termino aquí?

Me dio un poco de risa pues lo encontré mi bóxer sobre una lámpara, después de ponernos la ropa arregle un poco mi cabello y nos dirigimos a dar un recorrido por la ciudad. Caminamos un poco por las calles de París. Eran tan hermosas, caminamos por la zona turística y cuando ya estábamos algo cansados llegamos a un pequeño y elegante café, que estaba a nuestro paso. Pedí un frapuccino de chocolate y Draco pedió un moka, duramos dos horas en ese pequeño café porque por una extraña razón no podía dejar de comer un delicioso pastel de chocolate. Primero fue una pequeña rebanada, seguido de otra y al final termine por comerme el pastel completo. Era algo poco inusual en mi pero sentía un antojo tremendo, Draco solo me veía con una sonrisa en el rostro.

-. ¿Pasa algo?

Pregunte terminando de comer el ultimo trozo de pastel

-. Nada solo que me da gusto ver que tienes ciertos antojos

Al parecer él estaba pensando ¡Oh Dios mío! ¡¿Como no lo pensé?! ¿Estaré embarazado? Eso justificaría mi hambre descontrolada, pero tal vez no me di cuenta por la depresión.

-. No lo había pensado, pero no deberías de dejar que comiera tanto Draco. Después me voy a poner gordo y feo

-. Eso no sucederá, y aunque pasara te verías precioso

¿Estaré embarazado?