Lee Felix era uno de esos chicos al que le gustaba mucho el teatro, leer libros, la poesía...
Felix, estaba en una relación con un chico llamado Changbin, él era un chico completamente diferente a él, era un chico al que le encantaba hacer bromas, por lo que pasaba la mayoría de sus tardes escolares castigado un par de horas extras, le gustaba el rap....por lo general era un chico duro y tenía una leve pasión por los grupos de chicas.Muchas personas o la mayoría que sabían de su relación, se preguntaban cómo podían ser pareja ya que no tenían casi nada en común y discutían continuamente por cosas varias.
Era un día de escuela normal, el profesor le había pedido hablar a changbin hablar después de clases, como siempre...Felix estaba recogiendo sus cosas y estaba dispuesto a ir a la clase de teatro al que changbin tenía prohibida la entrada por cosas varias, ese día el profesor de teatro tuvo una ausencia por lo que se suspendió la clase y Felix decidió ir a informar a Changbin, este estaba saliendo por la puerta de la clase pasada la charla con el profesor cuando pasa el grupo de animadoras del instituto al cual Changbin miró un tanto embobado y sonriente.
Felix no podía con eso, siempre pasaba lo mismo, los celos le estaban comiendo al rubio, no podía seguir mirando esa situación y decidió irse a despejarse.
Tras diez o quince minutos, Changbin había perdido la cuenta del tiempo y se extrañó que Felix no estuviese ahí ya que siempre que pasa el grupo no tarda nada ya que salen a la vez de sus actividades.
— Y ahora este chico donde está? *suspiró* ah! Seguro esta otra vez con las nariz metida en los libros....El castaño se dirigió a la biblioteca y lo encontró ahí, sentado leyendo un libro de poesía, como siempre.
—No te cansas de leer siempre esos libros? *preguntó*
Felix simplemente suspiró y volvió a concentrarse en el libro ya que changbin sabía al pie de la letra porque estaba molesto y no quería discutir
—No me vas a hablar? *preguntó algo triste y formando un puchero en sus labios*
—las animadoras son más interesantes *susurró Felix esperando a que lo le haya escuchado pero al parecer fue misión fallida*
Changbin colocó una silla al lado del Rubio lo que provocó el "shhh" de la encargada de la biblioteca el cual el castaño ignoró.
— mírame...*dijo el castaño*
Felix no le hizo caso hasta sentir la mano de Changbin tomando la de él y decidió mirarle quien le sonrió.
Con toda la delicadeza, el castaño apartó el mechón rubio que su querido novio tenía en la frente dejando una leve caricia en la cara de este.
— Felix...no tienes razón para estar molesto...
— eso lo dices tú, yo tengo a mi novio mirando embobado a unas animadoras *dijo el rubio molesto resaltando la palabra "mi"*
— que las mire no es motivo de que te pongas celoso, el único al que quiero eres tú. *contesto el castaño tranquilo*
— dime Changbin, te gustaría que yo mirase a Jisung como miras tú a las animadoras? *dijo el rubio contraatacando a changbin*
Changbin frunció el ceño algo molesto ya que no debió gustarle mucho esa comparación por parte de Felix.
— Claro que no! Tú solo me puedes mirar a mi! Pero....por otro lado si quieres ser asesinado por Minho, adelante, hazlo *dijo lo primero en tono celoso y lo otro riendo*
Felix no quería hablar más del tema así que decidió cambiarlo.
—hyung...*dijo fingiendo un sollozo admitiendo que era un buen actor*
— que pasa? *respondio con un sollozo imitándolo*
— perdón por ser tan celoso....Me podrías perdonar? *abrazó al castaño con cara de culpable*
— No tienes porque disculparte, yo tengo la culpa, no debería mirar a las chicas así cuando estoy en una relación *dijo juntando su frente con la de felix*
Ambos se miraron atentamente y poco a poco juntando sus labios formando un tierno beso y sin presión alguna.
El rubio no pudo ocultar su sonrisa, al ver como su plan de actuación había servido de algo.
Había conseguido convencer y sacar el lado tierno de el chico duro de la escuela.Al final del beso, Changbin notó cierta pista en los ojos de Felix con la cual adivinó el plan que había seguido felix y hacerle caer en la trampa.
El castaño soltó una pequeña risa y apoyó su cabeza en el hombro de Felix.— Y conseguiste engañarme....otra vez...