El viaje a la ciudad fue silencioso y para mi doloroso, al comienzo de esta travesía el viaje con él me había parecido rápido y corto pero ahora de regreso lo sentía como el viaje más largo que había realizado en toda mi vida.
En un punto de esta tortuosa andanza, Ryan empezó a marcar un número el cual tardó bastante para que alguien contestara, a la quinta vez de estar marcando sonó por las bocinas del carro una voz varonil adormilada:
- No me digas que vamos a viajar ahora
- Necesito tu ayuda, necesito que te dirijas a mi apartamento - Dijo Ryan con su mirada concentrada en la carretera, este hombre estaba acostumbrado sin duda alguna a mandar
- ¿Ahora? ¿no puedes esperar a que amanezca? - dijo aquel hombre
- No - dijo Ryan mirándome por el retrovisor - Nicholas te necesito ahora, estoy entrando a la ciudad y me tomará alrededor de veinte minutos en llegar.
- Ok, estaré allá - dijo Nicholas con su voz aún adormilada
Muchas preguntas se me pasaron en esos veinte minutos, pero todas se silenciaban cuando hacía cualquier breve movimiento, el dolor punzante gritaba a mi mente y le pedía que se callara. Al llegar al condominio donde vivía Isa y al entrar al aparcamiento decidí que era tiempo de preguntar:
- ¿No iremos a un centro médico?
- Te verá un médico aquí en el apartamento - Dijo Ryan mientras aparcaba el carro
- Pero ... - miré a Isabella
- Confía - Me dijo ella mientras me sonreía y un poco adormecida supongo por el licor que había tomado- Nicholas es el médico de nuestra familia
La miré confundida, "médico privado", las comodidades de una persona millonaria eran indudablemente increíbles, ojalá hubiese tenido uno mientras mi madre yacía en sus últimos días perecederos.
Al llegar al apartamento me fijé que Nicholas aún no había llegado, Isabella me acompañó a la sala frente a la chimenea mientras Ryan traía una bolsa de hielo gel para colocármelo en el hombro. Al cabo de unos diez minutos llegó al apartamento el que se supone aliviría mi dolor, tenía miedo, en mi vida nunca había sufrido algún tipo de lesión tan fuerte como la que en estos momentos tenía. Ryan recibía a Nicholas en el lobby, mientras Isabella estaba sentada casi dormida a mi lado
- ¿Isabella está bien? - Escuché decir al Doctor
- Sí - Dijo Ryan - ven
Los escuché caminar hacia nosotras y cuando estuvieron al frente de nosotros, Isabella lo saludó y me presentó con él:
- Isabella, ahora sube, bañate y descansa, la conversación de nosotros quedará para mañana dijo Ryan seriamente
- Pero - quiso Isa decir algo, pero su cansado cuerpo creo que no quiso responderle
- Dijiste que la querías acompañar, así que aquí estamos en el apartamento, ahora haz lo que te digo - dijo Ryan metiéndose las manos en los bolsillos de su jean
- Eso no es acompañar - Dijo ella colocándose de pie con los ojos rojos del cansancio
- La colocarás más nerviosa - dijo Nicholas - bueno los dos, yo me quedaré con ella
Isabella me miró y yo le sonreí - Estaré bien, ve, duerme - Dije, quería que este dolor se fuera lo más rápido posible y la discusión que ellos dos aún no habían tenido retrasaba todo el proceso, ella se fue no sin antes dedicarme una sonrisa; entonces observé como Ryan se iba directo a la biblioteca y antes de entrar vi como me dirigía una mirada fugaz, miré rápidamente al otro lado, dentro sentía un desazón de emociones, por más guapo que fuera, su personalidad era totalmente grotesca y mandona, todo esto no hubiese sucedido si él no me hubiese persuadido a bajar - Tú te dejaste llevar fácilmente - Me recriminaba mi mente.
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QUÉDATE CONMIGO
RomanceEmma es una chica soñadora y trabajadora, con el fruto de sus esfuerzos paga sus estudios en la universidad de sus sueños. Allí conocerá el Maestro Javier que hará todo lo posible por enamorarla y creará una amistad con una chica llamada Isabella y...