QUÉDATE CONMIGO

EL MAESTRO

"Pues después de una larga semana de adecuarme nuevamente a esto de los estudios, déjenme decirles amigos míos, que estoy más feliz que un perro con su salchicha, la semana ha salido más de lo normal, he logrado hacer varias amistades pero la que más se ha acercado a mi es sin duda isabella, y si tengo que decirles la verdad, es que gracias a ella creo que ha estado todo más equilibrado, pues no mentí al decirle que los ricos son un tanto odiosos pero mentí en asegurar que eran todos, no sé qué hacen los padres de isa pero lo que sí sé es que la universidad tiembla cuando oye de ella, lo sé, es raro, pero lo noté en los maestros menos en uno, el profesor Javier nunca se inmutó, pero bueno, ella es una gran compañera así que no necesito conocer lo que hay detrás"

Terminé de escribir mi gran aventura semanal y me dispuse a realizar lo que había venido hacer en la biblioteca, los trabajos de la semana, podía hacerlos en mi apartamento, pero estoy estudiando una carrera que involucra libros, así que debo buscar la respuesta en ellos.

Siete libros, para una sola tarea; me senté y tomé un largo suspiro – Algo parecido a esto harás por el resto de tu vida – me dije, no me disgustaba la idea; así que empecé a buscar en cada libro la repuesta, luego de encontrarlas me encargaría de hacer un resumen  y estando en este proceso, escuché que alguien me llamaba, supuse que había alguien a mi alrededor con mi mismo apellido, así que seguí sumergida entre las letras, - señorita Naar – alcé mi rostro al reconocer esa voz – Emma – dije intentando sonreír, el señor Stanner estaba frente a mi sonriéndome

- Por lo que veo serás la única que no entregarás algo sacado de Internet – dijo abriendo uno de los libros

- Maestro stanner – le dije en forma de saludo – quizás, pero ¿qué lo hace pensar que esto es para su trabajo? – dije en un modo amable

- Puedo ¿no? – dijo mirando la silla frente a mi

- Claro – asentí también con mi cabeza

- Tienes – dijo contando los libros – siete libros informativos, lo que me hace pensar que no viniste a la biblioteca sólo a leerlos – dijo con una sonrisa triunfadora

- En eso tiene toda la razón, pero si fuera para su trabajo, creo que los libros serían otros ¿no
? – dije tomando un libro

- Si, ya me había fijado en eso, creo que tiene los libros equivocados – dijo levantándose de la silla

Lo vi alejarse entre los estantes, me reí un poco – ni que fuera la única clase que tuviera en todo el semestre – me dije en voz baja mientras lo perdía de vista - bueno, la visita fue corta y el trabajo es largo – así que retomé el último libro que me quedaba

- Este es el correcto – dijo acercándose sorpresivamente, mientras movía el libro con su mano derecha

- ¿Me está dando el trabajo? – pregunté

- No, la estoy ayudando señorita Naar, le estoy evitando media hora de búsqueda – dijo volviéndose a sentar frente a mi

- Emma, soy Emma, no me gusta mi apellido – le dije sonriendo

- Es complicado llamarla por su nombre – dijo

- No estamos en el campus de la universidad – dije mirando el índice del libro

- Pero si no estoy mal, usted fue la que me llamó maestro – dijo

Alcé mi vista, tenía toda la razón, pero eran claras la diferencia yo era una estudiante y él era un maestro con grandes títulos

- Pero usted es un maestro- dije mirándolo

- Si, pero a mi si me gusta mi nombre – dijo mientras me pasaba el libro – En la página 156